En la semana pasada, el ex director del Pequeño Cottolengo Don Orione, Baldomero Britez, habló en exclusivo con dos medios de comunicación de la ciudad sobre su historia de amor con la ex novicia María Laura Musso, a la que llamó sin tapujos como “mi amada”.Según el propio Britez, “la historia de amor se fue dando a través de un proceso lento, no de golpe” y se mostró feliz por emprender una nueva vida.

Para el ex sacerdote, “no hemos sido motivo de escándalo para nadie, nunca hicimos nada molesto que ofenda a la feligresía, al contrario fuimos muy respetuosos de todos”, sostuvo.

Sin embargo, fuentes del propio Cottolengo Don Orione afirman lo contrario, tal como lo reflejó EL PERIÓDICO en su edición anterior. Muchos trabajadores de la institución estaban asombrados por la relación e incluso el resto de los sacerdotes habrían manifestado sus diferencias ante el comportamiento del ex director de la institución.

En su edición anterior, este medio daba cuenta de que la historia del amor entre el cura y la joven mujer se conocía dentro de la institución religiosa desde hace más un año. Aunque para el cura, la relación “se fue dando lentamente”.

Además, varias fuentes de la institución aseguraron que en su partida Britez se habría llevado varios objetos y electrodomésticos que pertenecían al Cottolengo, lo que también fue desmentido por el exsacerdote en sus declaraciones. Sin embargo, las fuentes consultadas reafirmaron esta semana sus dichos y detallaron con precisión dónde se encontraban los objetos que faltan en el lugar. El propio Britez y allegados de Musso aseguraron, por otra parte, que la mujer no se encuentra embarazada.

Romance público

Para muchos trabajadores del Cottolengo, el romance se hizo conocido en 2011, luego de un viaje de vacaciones que Britez realizó con los internos y la propia María Laura Musso a las sierras de Córdoba. Luego, en la colonia de vacaciones la pareja no habría ocultado su enamoramiento, mostrándose de la mano e incluso besándose frente a los demás colaboradores.

“Actuaban como una pareja de novios”, contó una trabajadora de la entidad. “La gente no sabía cómo reaccionar, muchos lo tomaban en broma, pero la verdad es que estaban todos sorprendidos”, agregó la fuente.

Finalizadas las vacaciones, la pareja continuó con su historia de amor. “Siempre se los veía juntos. Incluso ella se quedaba y dormía en el claustro de los sacerdotes. Lo trataba prácticamente como a un esposo”, describió otra fuente. Y agregó: “Laura estaba siempre, almorzaba con los sacerdotes. Esto provocó que los otros curas comenzaran a molestarse con la situación y desde entonces cada uno comía por separado”.

Según personas de la institución esta situación trajo más de una pelea entre Britez y los demás sacerdotes, las fuentes refieren fuertes discusiones entre ellos y malas relaciones.

Malestar

A pesar de las recientes declaraciones de Britez, continúa el malestar en el Pequeño Cottolengo, donde varios empleados sostienen que el ex sacerdote se fue de mala manera, sin despedirse de nadie.

El nuevo director, Daniel Ruiz, señaló que por el momento no hará declaraciones. Este medio intentó comunicarse con Britez para darle la oportunidad de responder a las acusaciones de las fuentes consultadas, pero su celular permanece apagado.