El presidente Mauricio Macri anunció ayer en la Casa Rosada la puesta en marcha de un "acuerdo de estabilidad laboral", que implica un compromiso por parte de grandes empresarios para no despedir empleados e incluso incrementar las plantillas de trabajadores de sus compañías, durante los próximos 90 días.

El Gobierno apostó a la firma de este acuerdo con los representantes de las empresas de mayor envergadura para frenar, o al menos desalentar, el avance de la ley antidespidos que impulsan en el Congreso la oposición y las cinco centrales sindicales y que prohíbe los despidos por seis meses y establece la doble indemnización.

Tras la reunión con los empresarios y antes del anuncio en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Macri también mantuvo un encuentro con once secretarios generales de distintas vertientes de la CGT, quienes bregan por la aprobación de la ley resistida por el Gobierno y se retiraron sin realizar declaraciones y sin sumarse al acto oficial.

El compromiso firmado con los empresarios -cuya cantidad no fue informada por el Gobierno- consta de tres puntos: no reducir los planteles de empleados por los próximos 90 días, generar planes de inversión para promover más puestos de trabajo y trabajar junto al Gobierno y sindicatos en una agenda de desarrollo.

El paquete de medidas en las que trabaja el Gobierno continuará este martes, con un encuentro con representantes de las Pymes, ante quienes se presentará un plan de incentivos impositivos para "aliviar la situación" financiera que atraviesan varias pequeñas y medianas empresas del país.

En el Salón Blanco, el Presidente enfatizó que "este encuentro tiene por objetivo defender el trabajo argentino" y dijo que espera que en los próximos días más empresarios se sumen al acuerdo, ya que el objetivo de su Gobierno no es únicamente conservar el empleo, sino "crear millones de puestos de trabajo para todos los argentinos".