El Sumo Pontífice, de 85 años, quien habla nueve idiomas y tiene cuenta en Twitter , utilizó su mensaje anual sobre los medios de comunicación para destacar el potencial de las redes sociales para la iglesia. Lo hizo en momentos en que la institución se esfuerza por mantener a sus seguidores y atraer a nuevos en un contexto de apatía religiosa, competencia de otras iglesias y escándalos que han alejado a los feligreses.

El arzobispo Claudio Maria Celli, jefe de la oficina de comunicaciones del Vaticano, citó un estudio de 2012 solicitado por obispos estadounidenses que encontró que 53% de los estadounidenses desconocen la presencia en internet de la Iglesia Católica.

Según Celli, otros estudios pusieron de manifiesto que la generación del milenio, que nació después de 1982, utiliza Facebook, Twitter y YouTube mucho más que sus padres como fuente primaria de información, entretenimiento y para compartir opiniones políticas y enterarse de temas comunitarios.

"El entorno digital no es un mundo virtual o paralelo, sino que es parte de la experiencia diaria de muchas personas, en especial los jóvenes", dijo Benedicto XVI en su mensaje.

"Las redes sociales son el resultado de la interacción humana, pero también dan forma a las dinámicas de la comunicación que construye las relaciones: un considerado entendimiento de su entorno es por lo tanto el requisito para una presencia importante ahí", agregó el Papa.

Aunque el mismo Benedicto escribe todavía a mano es un protagonista activo en internet: tiene 2,5 millones de seguidores en @Pontifex, su cuenta en Twitter, y casi 11.000 de ellos siguen sus tuits en latín.