Federico Belbruno tiene la capacidad de lograr que todos se olviden de que es ciego de nacimiento. Y pasan cosas como estas: que sus compañeros de la radio municipal de Monte Cristo, la FM 87.9, se lo olviden arriba del techo de un vestuario donde acaban de transmitir un partido de la Liga Cordobesa.

La historia fue revelada en el suplemento Vos del diario La Voz del Interior. “Federico es uno más y por ahí te olvidás de su problema... le decimos así, pero en realidad no es un problema. La otra vez lo dejamos arriba del techo y nos olvidamos de ayudarlo a bajar”, dice Mario Vitale, director de la radio.

Es un sábado de verano en pleno otoño y también van a transmitir por la radio del pueblo el partido del club El Carmen por la Liga.

Alrededor hay un viejo que rompe unos pallets de madera para preparar el fuego de los choripanes, y juegan los cebollitas. Entonces, llega el momento: hay una escalera de madera enclenque que sube hasta el techo del vestuario. ¿Cabina para transmitir? Eso acá no existe.

Por esa escalera van subiendo los equipos de la radio. Y por ahí también va a subir Federico Belbruno, este chico ciego que comenta fútbol.

Sube con seguridad. El miedo es de los otros, no suyo. “Yo no soy ejemplo de nada. Lejos de eso. Soy un vago común nomas. Y tengo suerte de poder hacer algo con las cosas que me gustan: la radio y el fútbol. Es lo que disfruto. Estar acá. Escuchar estos sonidos. Subir al techo. Armar los equipos. Y transmitir”, dice Fede, que tiene 26 años y que hace unos meses se recibió de periodista deportivo en el Instituto Mariano Moreno, en Córdoba capital.

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Viva la radio

Federico tiene un programa de radio todos los días en Monte Cristo por la mañana (en FM 107.5 Radio Ciudad, de 10 a 13) y los sábados son una fiesta: primero fútbol en la radio municipal y después del partido sigue con la misma emisora haciendo un programa de cuarteto que es la previa de los bailarines: se llama Ponete a punto, y va de 19 a 22.

“Yo soy un vago caravanero. Soy hincha de Belgrano y me encanta ir al Gigante. Soy socio. Al Kempes se me hacía más difícil. Alberdi está cerca del centro y me voy solo, a la popular. Y los viernes me encanta ir al Sargento con mis amigos”, asegura en medio de la transmisión de El Carmen ante Los Andes.

Hay gol de Talleres. “Lo marcó Aldo Araujo. Gana el Matador 1-0”, anuncia Fede en su micrófono para todos los oyentes.

A su lado aprieta el puño Matías Vega, relator e ideólogo de esta linda locura de relatar arriba del techo con un comentarista que no ve, pero que acierta todas las jugadas en sus conceptos. “No es joda. Fede ve mejor el fútbol que todos nosotros. Entiende todo. Me sigue bien lo que voy relatando y tira una idea. Siempre la clava al ángulo. No te das cuenta de que es ciego. Es un fenómeno y un gran pibe. Nos hicimos muy amigos y eso que somos de Talleres y Belgrano”, cuenta.

Un rato antes parecía que no habría transmisión. Es que no había luz en la cancha de El Carmen y los muchachos ya estaban arriba del techo enchufando los equipos. Pero apareció un grupo electrógeno que un amigo alcanzó y listo. “Muy buenas tardes. Bienvenidos a Grito de Gol y otra tarde de fútbol en Monte Cristo”, anuncia Belbruno.

“Gracias a Matías entré en la radio. Me tiró una línea y nos metimos a hacer esto. Ya vamos por la cuarta transmisión. Y la verdad que es hermoso vivir todo esto. Y hemos tenido mucha repercusión en el pueblo”, agrega Belbruno, hijo de Juan Carlos (tiene un puesto en el Mercado de Abasto) y Mónica (ama de casa).

Fuente: La Voz del Interior.