Ayer la comunidad cristiana rememoró la crucifixión y muerte de Cristo con distintas actividades que congregaron a centenares de fieles. Entre ellas, el recorrido por las parroquias, la peregrinación de carrozas y por la noche, después de las 21, se realizó el tradicional Vía Crucis de la ciudad en la Iglesia Catedral.

El Periódico dialogó con algunos fieles que manifestaron su orgullo por el Papa Francisco y advirtieron una mayor cantidad de personas que se acercaron a los distintos templos para rezar y confesarse.

El Vía Crucis móvil

“La idea fue que la Iglesia salga al encuentro de la gente, se trata de un gesto que queremos darle a la comunidad”, explicó Alejandra, que integra el grupo organizador de las carrozas.

En el Vía Crucis móvil siete carrozas pertenecientes a distintas parroquias de la ciudad representaron el camino de Jesucristo a la cruz. De las catorce estaciones del Vía Crucis se representaron siete: el apresamiento de Jesús, a cargo de la comunidad de la Iglesia Cristo Rey; el juicio ante Poncio Pilato (San Carlos Borromeo); la flagelación (Catedral); coronación de espinas (Consolata); el camino al calvario (Perpetuo Socorro); crucifixión y muerte (Santa Rita) y la piedad (San José Obrero).

“Una semana santa especial”

Así lo aseguraron los distintos fieles consultados por este medio. “Está teñida por la alegría y esperanza que ha provocado la asunción del Papa Francisco. Y eso se percibe muchísimo en la gente que está participando de las actividades”, comentó Susana (50 años).

Para Natalia una joven que integra el grupo joven de la Iglesia Consolata, “este Papa nos da fe y esperanza porque caminó con la gente común, nos ha llegado al corazón con sus gestos y mensajes y nos ha despertado el deseo de acompañarlo en su tarea”, expresó.

Por último el padre Gustavo, de Consolata, afirmó que la llegada de Francisco “ha significado para mucha gente un signo de Dios para su vida, si este hombre vive de esa manera y predica así, es un llamado a todos los cristianos a imitarlo”.