Había que pasar Semana Santa. Ese fin de semana súper largo que tuvo días atrás el país era considerado de peligro porque se pronosticaba el pico de contagios de dengue, algo que se terminó dando alcanzando 386 casos. Luego, la curva comenzó a bajar.

El dato fue confirmado a El Periódico por la directora del Hospital Iturraspe, Verónica Pepino, quien pese a este indicador pidió a la población no descuidarse y seguir haciendo los deberes en casa. Básicamente con la tarea de la limpieza y el descacharreo.

Como muestra el gráfico, la curva va en descenso en nuestra ciudad y San Justo.
Como muestra el gráfico, la curva va en descenso en nuestra ciudad y San Justo.

“Vamos a tener casos de dengue hasta que vengan los fríos intensos y luego cuando comience el calorcito volverán. Antes se trataba de una enfermedad que teníamos sobre fines de febrero y principios de marzo, pero este año se adelantó unas ocho semanas, por lo que ya no es una enfermedad tan tropical. Ahora y con los cambios climáticos eso ha cambiado”, sostuvo la médica pediatra y epidemióloga.

El primer caso registrado en nuestra ciudad ocurrió en los últimos días de diciembre. De ahí en adelante, la curva de contagios empezó a subir hasta registrarse el peor brote de dengue de los últimos años, lo que obliga todavía a extremar las medidas de precaución para evitar que el mosquito transmisor de la enfermedad se propague aún más.

El Aedes aegypti prolifera en los ámbitos domiciliarios y laborales, en entornos más cálidos que los sitios exteriores donde la temperatura puede ser más baja. Por eso evitar la acumulación de agua en recipientes es la medida de prevención más útil porque ese es el ámbito propicio donde los huevos inician el ciclo biológico hasta convertirse en mosquitos. También utilizar repelente.

A la par son importantes las fumigaciones que realiza la Municipalidad en los sitios donde puede existir población de mosquitos adultos, aquellos que pican y contagian por estar infectados de dengue.

Verónica Pepino.
Verónica Pepino.

Pepino asegura que cada ciudadano tiene un rol importante respecto al reordenamiento ambiental: “Como persona que vive en un barrio, en una casa tiene su rol. El municipio tiene su parte y nosotros en el hospital nuestra tarea. Además debemos ir preparándonos para los brotes que podamos llegar a tener en los próximos meses”, dijo.

El frío, clave para terminar la epidemia

Se estima que el brote de dengue atraviesa actualmente el proceso final. Pero todo depende de las condiciones climáticas y si baja o no la temperatura. Para que disminuya la circulación y proliferación del Aedes aegypti se necesitan al menos cinco días consecutivos de temperaturas inferiores a los 15 grados.

El efecto climático será clave para que se sigan descomprimiendo la atención por esta patología en clínicas privadas y centros públicos de salud. Cabe recordar que a fines de marzo estos sitios se encontraban colapsados y sin lugares disponibles para internaciones.

“Nunca antes tuvimos la cantidad de patología que manejamos por guardia además de los internados por dengue, muchos de manera ambulatoria y pacientes que necesitaron una complejidad superior, como por ejemplo estar en área de clínica médica, internación, terapia intensiva; lo que pasó con los embarazos”, recordó la directora del hospital.

El pasado 21 de marzo, mientras los casos tenían un importante aumento, el Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba aplicó nuevos protocolos para disminuir el tiempo de espera de los pacientes, mayor accesibilidad, diagnóstico en tiempo y forma, y también identificar poblaciones de riesgo e intervención temprana sobre estos. Por esos días, se registraba el fallecimiento de una joven mamá de Porteña que dio a luz a su hijo en el Hospital Iturraspe y un día después, al empeorar su diagnóstico de dengue, falleció.

“Tuvimos muchos casos y debimos reestructurar la atención con el apoyo del Gobierno provincial que nos permitió reforzar la guardia conteniendo la cantidad de pacientes que venían a realizar su consulta”, destacó Pepino, quien explicó que el pool de pacientes que manejaban se fue triplicando.

“Las camas frías se triplicaron, el paciente necesitaba hidratarse, tener un control de laboratorio y eso demanda tiempo del personal de salud completo, desde la persona que está al ingreso del hospital cuidando la seguridad, pasando por médicos, enfermeras, profesionales de todo tipo y el personal de limpieza. Todos colaborando porque nunca hubo tanta gente esperando en nuestra guardia”, indicó.

Nuevos brotes

Al ser consultada Pepino sobre cuán podrían registrarse nuevos brotes de dengue a corto plazo, respondió: “Los entomólogos (estudian los insectos y otros artrópodos de interés sanitario) lo están analizando y viendo cómo es el comportamiento para las próximas semanas venideras, que habrá temperaturas más bajas. Eso nos da tiempo para reordenarnos. Es una enfermedad reemergente y hay que empezar a incluirla como en su momento fue la influenza, la gripe y últimamente el covid”, cerró.