Mercoláctea, la importante muestra lechera que se celebró durante varios años en San Francisco, fue epicentro en 2001 y en su debut, entre el 10 y 13 de mayo, de la visita del presidente por ese entonces, Fernando de la Rúa, quien falleció este martes a raíz de una descompensación cardíaca y renal.

Sin dudas, la presencia del exmandatario (junto a Domingo Cavallo, su ministro de Economía), fue lo más destacado de esta primera edición la expo lechera.

En esa oportunidad, el titular del Ejecutivo había anunciado la puesta en marcha de un "plan de competitividad" para el sector lácteo, con estímulos similares a los aplicados para bienes de capital, calzado, textiles e indumentaria, y de un "ámbito institucional" para discutir la problemática lechera, dejando satisfecha a la mayoría de los sectores.

Para ubicarnos en el contexto nacional, hay que recordar que siete meses después de Mercoláctea, De la Rúa renunció a su cargo y abandonó la Casa Rosada en helicóptero, con manifestaciones violentas en Plaza de Mayo y una crisis económica y financiera sin precedentes.

“¿Cómo no habríamos de asignarle importancia a la lechería, que es la cuarta actividad en importancia del sector agroalimentario, con ventas anuales que superan los 4500 millones de pesos? ¿Cómo no habríamos de asignarle importancia y prioridad cuando sabemos del esfuerzo y el sacrificio que por años vienen haciendo los productores con rentabilidades bajas que, en muchos casos, fueron insuficientes?", había dicho De la Rúa en el acto que se realizó en el Salón Piemonte, ante un numeroso público que en dos oportunidades lo interrumpió con aplausos.

De la Rúa y Cavallo estaban acompañados por los gobernadores de Córdoba y Santa Fe de aquellos años: José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann, el secretario de Agricultura del gobierno nacional, Marcelo Regúnaga, y otras autoridades.

De la Rúa, su paso por la ciudad y Mercoláctea
De la Rúa, Cavallo y Madonna en las calles de la ciudad 

Más exportaciones

El presidente había dicho, además: "Debemos incrementar las exportaciones. Por eso es necesaria la creación de un ámbito institucional que contribuya al diálogo fecundo entre productores, industriales y distribuidores, para acordar un plan de competitividad que siente las bases para un crecimiento sostenido de la producción láctea".

Antes, Cavallo -el más aplaudido de los oradores, quizás por ser local- confesó sentirse emocionado hablando en su ciudad natal, y dijo: "Me consta que los ministros de la Producción de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires han estado trabajando con los productores y con la industria para llegar a acuerdos que nos permitan encontrar soluciones para el sector lácteo".

Su recorrida por las calles 

Más allá de los discursos y anuncios que las autoridades realizaron en la primera Mercoláctea, una imagen que vale la pena recordar es la de la llegada del presidente y su ministro más fuerte al predio de la Sociedad Rural.

El enviado especial del diario La Nación lo reflejaba así: “El Presidente se paró en el asiento trasero de un Ford modelo 1931 y avanzó repartiendo besos a una multitud excitada que agitaba banderas argentinas. Adelante, en el mismo automóvil, iba Cavallo, con el gesto orgulloso de quien es consciente de haber organizado una buena fiesta. Es que circulaban por las calles de San Francisco, la ciudad donde el ministro nació y aprendió sus primeros números. Además, la felicidad de Cavallo tenía una razón aún más poderosa: había dormido la siesta en la casa de su madre -doña Florencia Francotto, de 79 años- luego de devorarse un suculento plato de canelones caseros”.

Relajado, Cavallo esperó al Presidente y ambos se mostraron a gusto en su corto paseo por la ciudad. No era para menos. El domingo los encontró entre gauchos y redoblantes, que los saludaron como si fuesen políticos en campaña. Hasta recibieron un ramo de flores de Marianela Baronetti, la reina de San Francisco. Cavallo fue el claro ganador a la hora de medir los aplausos recibidos, pero su condición de local desestimó la comparación. Tanto él como el Presidente pasaron una tarde lejos de los avatares de una economía que no se dignaba a reaccionar ante los embates reactivadores que intentaba el Gobierno.

La imagen del Presidente y su ministro más poderoso subidos al mismo automóvil funcionó como un excelente resumen de lo que ambos repitieron hasta el cansancio durante toda la jornada: que los rumores acerca de una pelea entre ellos eran infundados, no se correspondían con la realidad. ‘Le hacen mucho mal al país’, añadió De la Rúa, con gesto de reproche. Además de negar miradas cruzadas con Cavallo, el Presidente también se ocupó de garantizar la gobernabilidad y de destacar el espíritu de colaboración que muestran los líderes de la oposición”.

“Los visitantes fueron escoltados por una caravana de autos clásicos y un grupo de gauchos, ataviados con trajes tradicionales. "¡Bien Mingo!", "¡Vamos Chupete!", les gritaban a su paso”.

También en esa visita se le había preguntado a Cavallo sobre el despegue de la economía nacional. El ex ministro había respondido: "Creo que está despegando. Van a ver ustedes que en los próximos meses todas las cosas van a andar bien".

Fuente:

De nuestra redacción y archivo online del diario La Nación (www.lanacion.com.ar)