La presidenta Cristina Fernández anunció hoy la expropiación de YPF y enviará al Congreso un proyecto de ley para "controlar" el 51 por ciento de las acciones y revertir así la falta de producción y frenar el "vaciamiento" de la empresa, al tiempo que Repsol calificó de "ilícita" la decisión y España adelantó que tomará "medidas contundentes".

La iniciativa, denominada "Soberanía hidrocarburífera de la República Argentina", sostiene que "el objetivo prioritario es el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos". "En América latina somos el único país que no maneja" la producción petrolífera, remarcó la jefa de Estado.

Intervención. En paralelo a la futura expropiación, desde hoy se decreta la intervención de YPF, que quedará a cargo del ministro de Planificación, Julio de Vido; y el viceministro de Economía, Axel Kicillof. 

Acciones.
El proyecto de expropiación establece que el Estado nacional tendrá, de ese 51 por ciento que hasta ahora estaba en manos de Repsol, el 26,01% del total, mientras que las provincias productoras se quedarán con el 24,99%.

"No hemos afectado ni a aquellos que por buena fe compraron en la bolsa ni de ningún otro socio", remarcó Cristina Fernández.

La futura transferencia accionaria deberá contar con el voto de "dos terceras partes" de los miembros de las Cámara de Diputados y Senadores.

La decisión de estatizar YPF, sin embrago, sí ha dejado afectados a varios inversores institucionales con tenencias accionarias en la petrolera argentina.

Los únicos. "Somos el único país de Latinoamérica y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales (...) Desde que se desnacionalizó YPF en 1998 (en favor de Repsol), por primera vez en 2011 la República Argentina tiene que importar gas y petróleo y que esto nos significa un pasivo carburífero por primera vez en la historia", dijo la Presidenta.

En el texto se aclara que YPF seguirá funcionando en "sociedad anónima abierta" y se remarcó que la expropiación se realiza bajo el justificativo de "interés público" de la riqueza hidrocarburífera del territorio nacional.

Déficit. Esta situación, según la jefa de Estado, "...por primera vez en el año 2001 (...) nos convirtió en importadores netos de gas y petróleo con un déficit de 3.029 millones de dólares".

"Es la primera vez en 17 años que la República Argentina tiene que importar gas y petróleo", remarcó.

"La reducción en el saldo comercial fue, entre el 2006 y el 2011, del 150 por ciento (...) Tuvimos que importar por 9.391 millones de dólares. Casi igual al superávit comercial argentino", insistió.

Autocrítica. "El modelo no es de estatización, que quede claro, sino de recuperación de la soberanía y control de un instrumento fundamental", dijo la Presidenta, quien resaltó que se conformará "una conducción de la empresa profesionalizada".

En ese marco, indicó que "durante muchos años en distintos sectores de la economía manejados por el Estado, se aplicó un criterio partidario, que siguió dando argumento a que el Estado era inútil y que sólo los privados podían manejar recursos del Estado".