A Emilio Prata (21) se lo nota feliz y no es para menos. Como amante del mundo motor, el joven sanfrancisqueño podría decir que está viviendo su sueño. Desde hace dos años comenzó a estudiar la carrera de Técnico Superior en Motores en el Instituto Técnico Renault de Córdoba, pero hace poco más de seis meses tuvo la oportunidad de ingresar a trabajar en la firma Oreste Berta SA, una de las más importantes del automovilismo deportivo argentino.

“Soy un privilegiado porque trabajo y aprendo en una de las mejores fábricas del país”, le cuenta Emilio a El Periódico en su receso por vacaciones.

Después de finalizar sus estudios secundarios en el ISFA San Francisco, Emilio tomó la decisión de seguir su pasión por los motores y de involucrarse en ese mundo al que de pequeño lo había llevado su padre: el de las carreras y competiciones de autos.

A pesar de contar con la opción de estudiar ingeniería electromecánica en la UTN San Francisco, decidió irse a Córdoba al Instituto Técnico Renault, al que consideró más acorde a sus intereses.

"Cuando terminé el secundario no había hecho nada técnico, pero encontré el Instituto Técnico Renault en Córdoba y era lo que quería. Todo se basaba en trabajar y estudiar motores, sobre todo del auto de calle", cuenta.

A comienzos de 2021 comenzó sus estudios terciarios en la capital provincial, que le otorgará el título de Técnico Superior en Motores.

Emilio en su trabajo.
Emilio en su trabajo.

De Córdoba a Alta Gracia

Su entrada en la Fábrica Oreste Berta SA fue un sueño hecho realidad, que se dio gracias a una oportunidad que surgió a través de un pariente de su novia -Julia-, que trabaja como ingeniero en la empresa. Enterado de los estudios que estaba haciendo el joven, le dijo que lo tendría en cuenta para un futuro ingreso.

Tras varios meses de espera, Prata tuvo su primera entrevista de trabajo y convenció a sus futuros empleadores. Y luego de tres meses de prueba se convirtió en parte integral del equipo.

“Me iba todos los días de Córdoba a Alta Gracia. Salía a la madrugada y llegaba antes de las 7 para trabajar. Después me volvía a Córdoba a cursar. Fueron varios meses bastante duros, de dormir poco, hasta que tuve la oportunidad de radicarme en Alta Gracia y se me hizo un poco más fácil. La fábrica ya me queda a 15 minutos y cuando salgo de trabajar me voy con un compañero que me deja cerca de la Renault a cursar. Me vuelvo a la noche a casa. Aunque es bastante sacrificado no me quejo porque estoy aprendiendo un montón”, reconoce.

La fábrica, ubicada en las afueras de Alta Gracia -Autovía Atilio López, ruta provincial 5 km 28-, le proporciona a Emilio la oportunidad de aprender y crecer en el mundo del estudio y la reparación de motores de competición de las principales categorías del automovilismo nacional e internacional.

“Al principio era como de no creer -dice sonriendo- porque era muy poca mi experiencia y eran muy básicos mis conocimientos, sobre todo en lo que era automovilismo deportivo. Entré como un aprendiz y me fueron formando. En un primer tiempo estuve en todo lo que es mecanizado de las tapas de Turismo Carretera y después a mi lo que me gustaba era armar y desarmar motores que llegaban de las carreras. Tuve la oportunidad de ir probando y los muchachos me fueron dando la confianza”.

Emilio, en sus vacaciones, leyendo el libro de Oreste Berta.
Emilio, en sus vacaciones, leyendo el libro de Oreste Berta.

Encuentro con el genio

Ya en su primer día de trabajo, Emilio pudo conocer a la leyenda y fundador de la firma, Oreste Berta, considerado el mayor innovador del automovilismo nacional, una gloria de los motores y los autos de carrera. Un ingeniero sin título al que, curiosamente, ingenieros de todo el mundo admiran profundamente.

“No conocía en persona a Oreste, pero ya el primer día que entré tuve la oportunidad de hablar con él y hasta me pude sacar una foto. Le comenté que era de San Francisco y él me dijo que tenía bastantes recuerdos de la ciudad, que vivió un buen tiempo acá y que conoce a mucha gente. Es muy interesante charlar con él, es muy humilde, no tiene problemas de charlar, de conocerte”.

Emilio reconoce que cada vez que lo cruza y puede, trata de charlar con “el mago” -como llaman a Berta en el mundo de los ‘fierros’-: “Le pregunto cualquier cosa o lo dejo hablar, que me cuente sus experiencias, no siempre basadas en el automovilismo, sino de su vida, la verdad que es lindo escucharlo porque es muy sabio”, asegura el joven.

Mientras tanto, en su San Francisco querido, sus padres se muestran orgullosos de sus avances ya que conocen los enormes sacrificios que ha tenido que realizar estos años para seguir su sueño.

Futuro

Pensando en lo que vendrá, Emilio tiene como objetivo completar su carrera en el Instituto Técnico Renault y continuar creciendo en la Fábrica Oreste Berta: “Por el momento me propongo seguir para aprender lo más posible. Todos los días hay nuevos desafíos y cosas nuevas para aprender y que quizás solo ahí se hacen. Es una fuente de conocimiento constante y lo complemento con la tecnicatura”, resalta el joven.

A su vez, colabora con la familia Perotti de San Francisco en los rallys de competición, lo que le brinda una experiencia adicional que complementa con toda la formación que va adquiriendo.

La firma Oreste Berta SA en Alta Gracia
La firma Oreste Berta SA en Alta Gracia

Sobre “el mago” Oreste Berta

Oreste Santiago Antonio Berta es un proyectista, desarrollista y constructor integral de motores y automóviles de competición. Fundador de Oreste Berta S.A. en 1968.

Tiene tres títulos Honoris Causa otorgados por las Universidades Nacionales de Córdoba, San Juan y la Tecnológica Nacional.

Entre sus obras que más reconocimiento tienen se encuentran el Berta LR, un auto diseñado 100% en Argentina y motorizado por la planta impulsora denominada Berta V8, a partir de un motor Cosworth para las temporadas del Mundial de Sport Prototipos.

En el país, se lo reconoce como la persona que, a partir de su paso y formación en Industrias Kaiser Argentina, para luego crear su propia empresa, culminó siendo el artífice del desarrollo y alistamiento de los motores de Torino que le dieron los títulos de Campeón Argentino de Turismo Carretera a la marca en 1967, 1969, 1970 y 1971, y subcampeón en 1968.

Bajo su Dirección General, la empresa Renault participó y logró una impresionante cantidad de victorias y títulos en TC2000 con los modelos Fuego y 19 entre 1985 y 1996. Entre 1997 y 2010 la vinculación en la misma categoría, fue a través del equipo Ford-YPF, alcanzando varios campeonatos.

Actualmente Oreste Berta S.A., ubicada en las adyacencias a la ciudad de Alta Gracia, se convirtió con el tiempo en "La Fortaleza", un centro de desarrollos y ensayos para el automovilismo y la industria automotriz. Cuenta con un Circuito de Pruebas propio y la Academia formativa de jóvenes pilotos de competición.

Oreste Berta y Juan Manuel Fangio (1969).
Oreste Berta y Juan Manuel Fangio (1969).