El grupo Scout Cristo Rey retomará sus actividades en abril en las mismas instalaciones que el año pasado, a pesar de que por un pedido del párroco Gustavo Zaninetti deberán buscar otro espacio que los albergue.

En este sentido, estarán inscribiendo a interesados en sumarse los sábados 18 y 25 de marzo entre las 15 y las 18 en Libertador Norte 620.

Daniela Bovo, responsable del grupo, explicó que el 1º de abril empezarán a trabajar con aquellos chicos que ya integraban el grupo mientras que el 22 de abril comenzarán con los que inician por primera vez el movimiento.

La mujer afirmó que están inscribiendo a niños y jóvenes de entre 7 y 21 años, para que sean parte de los beneficiarios, y adultos que quieran trabajar como colaboradores.

"Nosotros nos juntamos los sábados de 15 a 18 y hacemos mucha vida al aire libre, tenemos educación en valores, acompañamos al niño y al joven y los ayudamos en cuestiones para su vida adulta a través del juego, esa es la finalidad del movimiento, educar a través de juego", detalló Bovo.

Este año, al grupo de adultos que ya viene trabajando se han sumado cuatro personas más.

Buscando nuevo hogar

"A fin de 2016 llegamos a un acuerdo, el sacerdote nos extendió el plazo unos meses más, así que podemos abrir el grupo. Empezamos las actividades ahí pero estamos tratando de conseguir un lugar antes de finalizar el año. Estamos viendo, tenemos un par de propuestas pero no concreto todavía", contó Bovo.

Una oportunidad para crecer

Con respecto al cambio de “hogar” una de las dirigentes, Mariela Klein, contó que si bien dejar las instalaciones donde hace 43 años funciona el grupo será doloroso, “me parece que es una oportunidad de crecer para nosotros y para nuestra forma de trabajo”, sostuvo.

Además, opinó acerca del alejamiento de la Plaza Vélez Sarsfield, un lugar muy especial para los scouts: “Todos los sábados trabajábamos ahí, los scouts se caracterizan un poco por ese lugar, pero no creo que modifique demasiado nuestras actividades. Si bien se va a sentir el dolor y la tristeza por no trabajar en un lugar donde hacía tanto tiempo se trabajaba, como equipo tenemos que mirar hacia adelante, total la decisión ya está tomada y no nos sirve de nada replantearnos estas cuestiones”.

"Un conjunto de sensaciones”

Otro de los dirigentes, Emanuel Araya, afirmó que “es un conjunto de sensaciones, te da nostalgia, te da tristeza, porque hay muchas personas que hace mucho tiempo que vamos al grupo y que vamos a ese lugar y hay muchos recuerdos”.

“Respetamos la decisión que el cura tomó. Creo que eso nos da un poco más de fuerza para arrancar en el otro lugar donde nos vayamos. No considero que sea una dificultad sino que algo que nos va a ayudar a trabajar”, cerró.