La maestra sanfrancisqueña Marcela Echenique puso en práctica una interesante iniciativa por la cual los niños de la sala de cuatro años del Jardín de infantes Raúl G. Villafañe tuvieron oportunidad de conocer el trabajo de unos "superhéroes" de carne y hueso: los bomberos voluntarios. 

Las actividades se realizaron el año pasado y en ellas los pequeños trabajaron primero con personajes de la ficción como el Chapulín Colorado, Batman o Flash. Luego los alumnos participaron de un recorrido por el cuartel de Bomberos Voluntarios de San Francisco y también los voluntarios visitaron a los niños en el Jardín. El objetivo fue promover en los chicos valores como la solidaridad, el esfuerzo personal y la colaboración.

Esta iniciativa fue destacada en el blog especializado "Mi sala amarilla", uno de los sitios de referencia a nivel nacional donde se publican los recursos didácticos promovidos por docentes de todo el país en el nivel inicial.

"La idea fue trabajar la figura del bombero y su accionar solidario en nuestra sociedad. En esta oportunidad lo tomé desde el trabajo de los superhéroes ficticios para culminar con uno de carne y hueso. Fue una satisfacción personal por un lado porque mi esposo es el jefe de Bomberos Voluntarios de San Francisco. Somos parte de una gran familia y como agente multiplicador tuve la posibilidad de acercar a mis alumnos y la comunidad educativa la historia del primer cuartel de bomberos voluntarios del interior del país", explicó la docente para fundamentar su trabajo. 

"Se trata de promover la iniciación de los niños en la construcción de principios y valores vinculados con la solidaridad, la importancia del esfuerzo personal y de la ayuda mutua. Los superpoderes, las destrezas, el misterio, la indumentaria, atraen a los niños y valiéndonos de ello nos encaminaremos hacia los valores que los mismos transmiten como la solidaridad, ayuda y protección a los que lo necesitan", agregó Echenique. 

Tareas

Las actividades comprendieron distintas tareas, como estudiar a los personajes superhéroes de ficción, grabar videos, bailar canciones y crear un cuento. Además, los niños debieron preparar las preguntas para los encuentros con los bomberos locales, de quienes también aprenden su historia, y confeccionaron un imán con el número de emergencias 100 para colocar en la heladera. 

Finalmente, con la participación de las familias y de los bomberos, se organizó un evento para exponer todo el desarrollo de la actividad y donde los alumnos pudieron contar todo lo que aprendieron y dramatizar situaciones de emergencias.