El consumo de bienes y serviciosentre los habitantes de San Francisco parece estar en baja. Comerciantes consultados por EL PERIÓDICO indican que esta situación se comenzó a observar durante este año, aunque otros opinan que el decaimiento en las ventas existe hace un lustro.

Paralelamente, los gastos fijos tanto de los consumidores como de los comercianteshan aumentado significativamente a través de los impuestos, tasas y servicios. Y esto, en el caso de los comerciantes, se traslada automáticamente al consumidor final.

Los que sienten que la desaceleración tiene que vercon los últimos meses señalan, por ejemplo, que la gente quedó muy endeudada durante las fiestas de fin de año y luego con los gastos escolares, por lo que todavía no se habrían repuesto económicamente de esa situación. Esto, sumado a la inflación derivada del aumento del costo de vida ha retraído fuertemente el consumo.

Y algo de razón tienen. De los rubros consultados por este medio, el que mejor panorama mostró fue el de la venta de libros: “La venta fuerte de nosotros fue entre marzo y abril, y por el momento es un buen año porque además tenemos más clientes que en 2011”, explicó Gabriela, encargada de Saber Libros.

Pese a esto, la mujer reconoce que en junio las ventas suelen disminuir aunque hasta el momento no notó ningún cambio. “Creo que nos mantenemos porque este rubro es de servicio y asesoramiento permanente y eso marca una diferencia”, precisó.

Hoy carne, mañana no sabemos

Andrés es el propietario de una carnicería en barrio Jardín. Explica que en su rubro poco pueden quejarse, aunque remarca que de febrero a esta parte existe un parate en la venta al público: “En febrero con los aumentos se vino abajo el consumo de la gente, te diría que cayó un 25 por ciento la venta”.

Según el comerciante, los clientes se mantienen aunque pasan menos por el negocio: “La persona que comía carne al mediodía y a la noche pasó a comer una sola vez al día; y el que comía una vez lo empezó a hacer día por medio”, comentó.

Sigue trabado

Las trabas a las importaciones impuestas por el gobierno nacional también hacen lo suyo. Mario, propietario de MDC, negocio que vende insumos de computación, explicó que sufren el faltante de cartuchos de tinta para impresoras, los que además sufrieron un fuerte aumento en su costo. También tienen problemas con las impresoras.

“La venta se cae porque no hay mercadería, no tenés impresoras para ofrecer al público en determinadas marcas, entonces son ventas que se pierden. En el último mes se agravó, puntualmente con los productos originales”, informó.

¿Qué se puede hacer? “A los cartuchos los suplimos con recargas, pero al momento de reemplazarlos se nos complica. Lo alternativo es importado y en algunos modelos hay faltante. Entonces hay demoras de 15 ó 20 días, el cliente recorre varios lugares, no encuentra y lo ves que vuelve a consultar a la semana”.

Los menos optimistas

“Este año es el peor lejos, muy baja las ventas hasta el momento”, revelan desde MAB, negocio que comercializa repuestos para autos y bombas de agua para tractores, camiones, cosechadoras, entre otros. Según sus encargados las ventas disminuyeron un 50 por ciento.

Consultado al respecto, Ricardo Colla, titular del Centro Unión de Comerciantes Minoristas de San Francisco, explicó que “hace cinco o seis años el comercio minorista había mejorado su calidad, con mejores vidrieras, vitrinas y luces. Pero luego entró en una meseta ante la incertidumbre y los cambios que se producen”.

El dirigente pidió un plan a largo plazo porque dice que en este país no se puede programar varios meses hacia adelante.

Puede repuntar

Pese a que varios comerciantes aseguran que la gente compra hoy solo lo que necesita, algunos piensan que el consumo repuntará con los últimos aumentos salariales otorgados a aquellos que tienen la suerte de tener un trabajo estable.