Comenzaron a florecer los lapachos rosados: ¿sabías por qué se plantaron?
Muchos de ellos, al menos cincuenta ejemplares, fueron plantados en la gestión del intendente Juan Ricardo Cornaglia y por decisión del entonces secretario de Obras Públicas Oscar Cornaglia. Te contamos su historia.
Comenzó septiembre y con él comenzaron a florecer los lapachos rosados, árboles que le dan color a la ciudad.
La mayoría de esos árboles, que hoy pueden verse en avenidas, bulevares y plazas de nuestra ciudad, fueron plantados durante la gestión del intendente Juan Ricardo Cornaglia y por decisión de quien era en ese entonces el secretario de Obras y Servicios Públicos, Oscar Cornaglia.
Precisamente Cornaglia (Oscar) recordó que dichos ejemplares, que fueron cerca de 50, fueron plantados en el período de 1985 y 1987 con una misión muy particular: preservar los canteros.
"Veíamos que había una idea de que para que la ciudad avanzara había que sacar los canteros. De hecho se había hecho en bulevar Roca, bulevar 25 de mayo, cuando se continuó la avenida 9 de Julio se la hizo sin canteros a partir de 1º de Mayo. Y nos pareció que el mejor modo de defender los canteros existentes era reforestarlos y se fueron eligiendo distintas plantas", contó el entonces secretario municipal.
Cornaglia recordó que en 9 de Julio, en cada esquina donde era posible, es decir, en donde no hubiese otro árbol de valor, se plantaba una palmera pindó y en el trayecto muchas tipuana tipus, que son las que ya estaban en todos el perímetro del Centro Cívico y en otros bulevares como 25 de Mayo, Libertador Norte, Libertador Sur y otras avenidas. En cada punta de esquina se plantó, además, un lapacho rosado y palos borrachos.
"Hoy en día, felizmente, pocos de esos árboles se han secado. Yo me arrepiento de no haber llenado por completo todos los bulevares, o la playa de estacionamiento frente a la Estación Terminal de Ómnibus porque hubiesen actuado como previsores del problema que después tuvimos con los vientos fuertes, hubiesen hecho de cortinas forestales dentro de la ciudad", comentó.
En ese sentido, detalló que los árboles absorben anhídrido carbónico y liberan oxígeno: "Son como los pulmones de nuestro cuerpo a nivel ciudad, absorben agua de la napa freática, hacen de control térmico del ambiente tanto del frío como del calor. Es muy lindo en esta época del año verlos florecer de rosado".
Lugares
Particularmente, sobre los lapachos rosados, Cornaglia mencionó que se plantaron en los terrenos en donde hoy está el Jardín Botánico, en las plazas Vélez Sarsfield y General Paz, en la plazoleta Villafañe, en los canteros de Avellaneda frente a la Casa del Niño, entre otros lugares.
"Lapachos y otra planta habíamos puesto, creo que palo borracho, igual que a lo largo de Sáenz Peña. Poníamos palmeras que después, creo acertadamente, la gestión actual las continuó en la avenida Sáenz Peña y en el bulevar Roca. También en las 400 viviendas, en el bulevar Sáenz Peña se hicieron canteros y en las puntas se colocaron palmeras pindó. Entonces eso fue una semilla que no sólo hizo que no se quitaran canteros sino que se fijara como suerte de política de estado que aunque cambien los gobiernos municipales en donde se hicieran nuevas avenidas o hubiese avenidas anteriores existentes sin canteros, se los coloquen, porque además sirven como protección al peatón para cruzar bulevares o avenidas", añadió Cornaglia.
