Luego de una serie de actas que comenzaron en diciembre pasado, la Municipalidad de Frontera clausuró días atrás un geriátrico en esa ciudad que se encontraba ubicado en Calle 11 al 700.

En lugar se alojaban siete mujeres adultas mayores, que fueron derivadas con sus familias y a otros hogares. Según trascendió, fueron halladas con falta de higiene y aparentemente mal alimentadas.

El Periódico pudo conocer que en diciembre pasado el municipio había inspeccionado el lugar y detectado ciertas anomalías que nunca fueron corregidas.

En diálogo con La Mañana de El Periódico (FM 97.1),  Fabio Milanesio, coordinador de Políticas de Salud, explicó cómo fue el proceso para llegar a la clausura: "En realidad a este geriátrico, pseudo geriátrico por decirlo de alguna forma, porque en ningún momento fue habilitado como geriátrico, se le vino haciendo en reiteradas oportunidades inspecciones, advirtiéndoles a los dueños que no estaba en condiciones para albergar a los abuelos que en su momento ya estaban ahí adentro". 

"Se les dieron determinadas pautas, determinada cantidad de tiempo el cual esta persona incumplió. Entonces se le dictó la clausura a través del Tribunal de Faltas de la Municipalidad de Frontera. Se les dio 24 horas para que desalojaran a los internos que tenían en esta casa", agregó.

En este sentido, el funcionario, manifestó: "A las 24 horas se les hizo otra inspección a través de los inspectores de Bromatología municipal de Frontera, constatando de que nada había cambiado, no se habían sacado los abuelos como así tampoco se había modificado la infraestructura del lugar para cumplir con las condiciones de la ordenanza que establece cómo tiene que estar el establecimiento para funcionar como geriátrico. Al ver que esto no se cumplía, desde la subsecretaria de Sanidad de la Municipalidad de Frontera se hizo la denuncia pertinente en sede policial terminando esto en un allanamiento que se realizó el viernes por la tarde".

Tras el procedimiento se llevó a cada uno de los abuelos a sus respectivos domicilios, en el caso en que se pudo, y que en otros casos se los reubicó en otros geriátricos.

La salud de los abuelos

Respecto a cómo se encontraban de salud los internos, el coordinador de Políticas de Salud mencionó que el informe médico, que iba a estar listo para este mediodía, iba a ser entregado a la Policía y después de ahí se iba a dictaminar el estado de cada uno.

En cuanto a cómo tomaron conocimiento de esta situación, Milanesio indicó: "La persona se presenta a mediados de diciembre pidiendo la habilitación. Se le entrega la documentación necesaria que tiene que llenar y los requisitos a cumplir para habilitar geriátrico, se le da un plazo y como la persona no apareció más para presentar la documentación se fueron haciendo reiteradas inspecciones. Al no cumplir, se hizo la denuncia, lo que llevó al allanamiento. A mí no me consta, pero sé que hubo denuncias sobre este geriátrico en sede policial y en otras dependencias de la Municipalidad".

Sobre el final, el funcionario de Frontera, afirmó: "No es que el municipio quiera sacarle el trabajo a nadie, pero el trabajo debe ser hecho en tiempo y en forma y con la regularidad con que la ordenanza lo ordena, no solamente para ellos sino en todo lo que tiene que tener un control del municipio".

Asimismo, añadió que las denuncias ante este tipo de casos se receptan en el área de Bromatología, en el edificio de la Municipalidad de Frontera, o en sede policial. "Cada uno cumple un rol distinto pero terminan siendo los dos que terminan influyendo sobre la situación de cada uno de los establecimientos", concluyó.