Este jueves se llevó a cabo en un proceso abreviado el juicio por la muerte en un accidente de Mario Fogliatti en 2017. En los tribunales de San Francisco fueron juzgados Mauricio Alejandro Calcia y Sebastián Colussi como autores de “homicidio culposo” en perjuicio del docente.  

En esa oportunidad, Fogliatti, conducía su motocicleta y fue atropellado por un camión frente a la escuela Hipólito Yrigoyen. El vehículo era conducido por Calcia y la pena impuesta fue de 2 años de prisión condicional e inhabilitación por el plazo de 5 años para conducir vehículos con motor.

Por otro lado, Colussi iba en un vehículo utilitario y pasó el semáforo en rojo provocando que Fogliatti frene intempestivamente su marcha, cayendo al piso primero y siendo luego arrollado. En su caso fue condenado a 3 años de cárcel y recibió una inhabilitación por 7 años.

Ambos seguirán libres y habían llegado al juicio en la misma condición.

El jueves cuando tuvo lugar el juicio, Elisa Fogliatti se hizo fuerte para ver a los autores del homicidio de su padre Mario en un triste accidente acaecido en 2017. La joven contó a El Periódico sus sentimientos después del proceso. “No es que estoy satisfecha con lo con el fallo, con lo que pasó, estoy satisfecha a nivel personal, con cómo lo pude manejar, con lo fuerte que estuvimos frente a esa situación que es muy duro digamos estar ahí, estar al frente de los imputados”, expresó.

Elisa no considera que esté satisfecha con el fallo, pero sí conforme a nivel personal sobre cómo manejó la situación “muy dura” de ver a los imputados y hablar en el juicio. “Me voy bien por haber podido conectar con los imputados, ellos me miraron, uno me pidió disculpas, que obviamente no hacemos nada, pero para mí es significativo porque capaz habla un poco de un poquito de conexión conmigo”.

Uno de los condenados le pidió perdón a Elisa.
Uno de los condenados le pidió perdón a Elisa.

El cierre de un capítulo negro

Con 23 años Elisa demostró mucha madurez y sencillez para comprender todo lo que pasaba a su alrededor y en frente con los dos hombres que provocaron la muerte de su papá que la crió desde los 5 años y con quien mantenía una relación muy cercana.

“Necesitaba eso, o sea el cierre para mí es ponerle cara y poder ponerle nombre a todo lo que pasó y es algo que es un dolor muy grande que no sé si lo voy a poder procesar”, dijo en declaraciones a El Periódico.

También se refirió a una situación particular que vivió cuando los abogados defensores hablaron del presente y la vida de los imputados. En ese momento Elisa aprovechó para recordar que su padre también era trabajador y tenía nombre.

“Decían que ellos son trabajadores y mi papá también era trabajador, me crió a mí desde que tengo cinco años, éramos un equipo. Quise darle un contexto de humanización porque si no estábamos hablando de una víctima y no le habían puesto nombre – indicó y siguió -. Lo cierto es que ninguno de los dos va a la cárcel, ojalá se cumpla lo de no poder manejar por esa cantidad de años”.