El próximo jueves 13 de abril se desarrollará el juicio de modalidad abreviada a Mauricio Alejandro Calcia, conductor de un camión Mercedes Benz 1114, color celeste, que en marzo de 2017 atropelló y mató a Mario José Fogliatti, docente de San Francisco que circulaba en una moto frente a la escuela Hipólito Yrigoyen.

También será juzgado por la misma imputación Sebastián Colussi, quien habría pasado el semáforo en rojo y provocó que Fogliatti frenara intempestivamente y cayera de la moto.

En el proceso judicial se desarrollará en la Cámara Criminal y Correccional de San Francisco donde Calcia y Colussi llegan imputados como presuntos autores de homicidio culposo.

El accidente se registró el mediodía del martes 28 de marzo de 2017. Fue en la esquina de las calles Cabrera y San Lorenzo, frente a la escuela Hipólito Yrigoyen.

Mario José Fogliatti tenía 50 años cuando a causa de un siniestro vial su vida se apagó para siempre. Ya pasaron seis años de esa tragedia, sin embargo en la familia del docente y empleado de Epec hay una herida abierta imposible de cerrar y un pedido de justicia latente ya que la causa no se resolvió en ningún fuero: ni penal, ni laboral.

“La víctima fue mi papá pero tranquilamente pudo haber sido un chico que salía de la escuela”, remarcó Elisa a El Periódico, hija de Mario.

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Las primeras informaciones sobre el siniestro indicaban que Fogliatti cruzó con el semáforo en luz verde sobre su moto Honda Strada 200cc. y fue atropellado por un camión Mercedes Benz 1114, color celeste, de la empresa de contenedores El Gauchito, conducido por Mauricio Alejandro Calcia (en ese momento tenía 21 años), que circulaba por la misma arteria: Cabrera, de oeste a este. Al dar el verde, el camión intentó girar hacia el norte y colisionó con la moto.

Un servicio de emergencias médicas trasladó a Fogliatti al Hospital Iturraspe, donde más tarde falleció.

Sin embargo, la investigación se enfocó posteriormente también en un vehículo utilitario Trafic de color negro, que, según testigos, habría pasado el semáforo en rojo. Cuyo conductor, Sebastián Colussi, fue identificado e imputado luego por la Justicia.

Desde ese momento a la actualidad, la familia de Fogliatti pasó un “eterno proceso”. Sobre todo porque la causa parecía dormir en un cajón sin avances concretos para determinar los responsables. Esta situación revive el dicho de que “los tiempos de la Justicia no son los tiempos de la gente”, y mucho menos los de una familia que necesita cerrar una etapa dolorosa con un proceso judicial justo.

“Hace mucho tiempo del accidente y lo que es la batalla judicial es todo muy gris. Nunca se sabe qué está pasando con el proceso. Nos sentimos a la deriva”, había lamentado tiempo atrás Elisa en torno a los dos procesos judiciales que llevan adelante; uno laboral contra la empresa (Epec) dado que el hombre se encontraba en horario de trabajo, y uno penal contra las personas que participaron del accidente.