Carolina vuelve a tener una vida normal
La niña le dio pelea en los últimos dos años a una bacteria muy peligrosa que había ingresado en su organismo. Debió someterse a un tratamiento costosísimo y con trabas burocráticas de por medio. Hoy eso ya es historia.
Carolina Petracco tiene hoy 9 años y desde el lunes una vida normal, como la de cualquier niño de edad. Según les dijo a sus padres el lunes cuando recibieron el resultado de los últimos análisis que le realizaros, se va a dedicar a “jugar y jugar”.
A la niña se le detectó cuando tenía 7 años la bacteria llamada “pseudomona aeruginosa” y para combatirla y erradicarla de su organismo necesitaba comenzar un tratamiento compuesto por una medicación llamada tobramicina. Su costo en junio de 2014, cuando necesitaba iniciar el tratamiento, era de 170 mil pesos. Según los padres de Caro, por el riesgo de la enfermedad no se admitían postergaciones.
Tras recursos de amparo y un largo peregrinar, la familia Petracco consiguió que la mutual les costee el tratamiento.
El problema
La historia comenzó cuando los padres de Carolina, Marcelo y Natalia, llevaron a su hija a Córdoba para que la vea una neumóloga porque tenía un problema en el pulmón izquierdo. “Tuvo varios episodios de neumonía y la neumóloga nos pidió que hagamos una broncoscopía”, recordaban en una nota con este medio. Semanas después tuvieron el diagnóstico: la niña tenía esta bacteria en su cuerpo que ya le había afectado parte de un pulmón, al cual podía seguir lastimando.
Final feliz de la historia
“Al fin llegó esa noticia que tanto esperamos, Caro está totalmente SANA!!! Atrás quedarán los malos momentos pasados”, escribió Natalia Dietz en su cuenta de Facebook, la mamá de la niña que cursa hoy el cuarto grado en la escuela primaria.
Según explicó a El Periódico el último lunes recibieron los resultados de los análisis realizados que confirmaron que la niña está sanada: “Se determinó que lo de la bacteria fue un accidente biológico. No hay médico ni ciencia que lo pueda explicar; le tocó a ella (por Carolina)”, indicó Natalia, quien afirmó que guardará esa mochila azul que tantas veces fue y vino a Córdoba llevando los estudios; también el estuche con la medicación: “Ya no habrá más vacunas, ni horarios con remedios, todo eso llegó a su fin”, dijo emocionada.
