“Hace cuatro años que las puertas del patio se abren para que la palabra nos encuentre. Son los chicos del barrio que se acercan y preguntan cuándo empieza. Es por eso que cada verano el Club de Lecturas se activa”, asegura Rolando Aiassa (34), docente, quien en 2016 tomó la decisión de abrir las puertas de su hogar en barrio Quintas de Plaza para ofrecer a los niños del sector y la ciudad, un lugar de lectura, libre expresión y de encuentro.

Cada verano, una vez por semana, entre 20 a 25 niños asisten al patio de la vivienda ubicada en calle Claudio Grillet y durante una hora escuchan dos cuentos para luego realizar tareas o actividades en torno a lo escuchado.

“Cuando me fui a vivir a Plaza San Francisco, la mía era una de las primeras casas en un barrio nuevo que se estaba formando, como había varios vecinitos chiquititos una vez les propuse leer un día. Así fue como la primera vez fueron siete pibes, se hizo un boca a boca, lo publiqué en la página de Facebook del barrio y así en el 2016 se formó el primer Club de Lecturas, que en realidad el nombre lo pusieron ellos porque me decían que era como ir al club de la pileta pero a leer”, recuerdo “Rolo”.

Cada verano, el patio de una casa se transforma en un “Club de Lecturas”

La experiencia comenzó con chicos de la cuadra, después se arrimaron otros vecinitos de otras partes del barrio hasta que el club se difundió y al lugar llega gente de la ciudad.

Temas actuales

Rolando junto a Nicolás Valle abren las puertas de su patio para que los chicos puedan escuchar los cuentos de autores argentinos que narran historias cotidianas y actuales.

“Los cuentos siempre tienen que ver con lo que pasa en el realidad con lo que atraviesan a les niñes. El medio ambiente, la violencia de género, el machismo, la infancia y tantos otros temas. Es una experiencia tremenda, es un espacio de esperanza para mí, como una forma de estimular la cultura, la lectura, la escritura, de crear vecindad, que entre los chicos del barrio se conozcan”, reconoce el docente. 

Cada verano, el patio de una casa se transforma en un “Club de Lecturas”

En cada encuentro se leen dos cuentos y luego se realiza una actividad sobre los temas de los que tratan los cuentos.

Para “Rolo” la idea del Club de Lecturas es una forma de construir un espacio cultural con los pequeños. “Es sembrar la esperanza y germinar amor, porque es la posibilidad de ofrecer algo como vecino adulto a los pibes, para que vean que hay un mundo diferente y se puede construir algo desde la cultura”, reflexiona.

Cada verano, el patio de una casa se transforma en un “Club de Lecturas”