Adaptarse o quedar relegado en la evolución de las cosas. Buenos Aires ya tiene su primer semáforo para adictos al celular. Las luces rojas y verdes no están ni arriba ni adelante: la mirada hacia abajo, anclada en el dispositivo tecnológico, permite percibir la señal de advertencia ensamblada al piso.

En la intersección entre Avenida del Libertador y Ramos Mejía, en Retiro, el gobierno porteño instaló un sistema de luces para peatones distraídos con el smartphone. El servicio está sincronizado con el semáforo convencional: titila cuando la luz está por cambiar y pasa de rojo a verde y viceversa para habilitar el paso o indicar detención.

Las cuatro series de luces LED tipo tortuga están diseñadas sobre relieve, son impermeables y resistentes a golpes, sellados con un plástico eficiente para tales efectos. El primer dispositivo porteño está ubicado en una de las esquinas más conflictivas y transitadas de la ciudad. Su calidad de respuesta servirá de experiencia para propagar la instalación de más semáforos para peatones dispersos en otras esquinas claves de Buenos Aires. Aunque haya proyectos de ley, el gobierno avanzó con la iniciativa en el barrio de Retiro para evaluar resultados y consecuencias.

En la Argentina es el segundo dispositivo similar luego de que Rosario instalara en marzo un semáforo de piso en las intersecciones de Córdoba y Corrientes en el microcentro de la ciudad santafesina, que le dio paso a otros nueve dispositivos idénticos. Sellados en acrílico y en línea transversal al cruce peatonal, el prototipo es diferente al utilizado en las veredas porteñas. La iniciativa que se extiende por el mundo obedece al fenómeno creciente de los "peatones tecnológicos". Las experiencias piloto exitosas en países como Holanda y Alemania inspiraron su aplicación en el país.

Está previsto extender estos tipos de semáforos en barrios como Caballito, Flores y Belgrano, en cruces de alta densidad de peatones. "En una ciudad tan dinámica como Buenos Aires es imprescindible reinventarse constantemente. Detectamos las nuevas costumbres de los denominados 'peatones tecnológicos', por lo que estamos instalando el primer semáforo horizontal en una esquina emblemática de la Ciudad, para mejorar la seguridad vial de más de 3.000 personas por hora", detalló Juan José Méndez, titular de la cartera de transporte porteña.

La obsesión por la comunicación, las redes sociales y el uso abusivo del celular inspiró estas innovaciones de objetos tan históricos como los semáforos. El peligro al que se exponen los peatones es real: según datos de la Federación Internacional del Automóvil en Latinoamérica, el 29,95 por ciento de los peatones utilizan dispositivos electrónicos y no respetan las normas de tránsito al circular a pie.

Fuente: Infobae