Comenzó este lunes en el Tribunal Oral Federal 2 de la ciudad de Córdoba un juicio con pocos antecedentes a uno de los máximos cargos en la Justicia Federal. Se trata del fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, quien está imputado por dos delitos: por pedidos de coimas millonarias para “frenar” investigaciones en el ámbito de su Fiscalía y además por tráfico de influencias.

En la primera jornada del proceso, el imputado Viaut se abstuvo de declarar y solo respondió a unas pocas preguntas personales cuando fueron formuladas por el tribunal o el fiscal Carlos Gonella, a cargo de la acusación. 

Además de Viaut se encuentra imputado por los mismos hechos Darío Fabián Rivarola (integrante de su Fiscalía). Precisamente sobre este último giraron también las primeras declaraciones testimoniales.

Los testigos e imputados en la primera audiencia complicaron tanto a Viaut como a su colaborador Rivarola. En la primera audiencia estuvo presente la esposa de Viaut y una de sus hijas. El juicio continuará el próximo miércoles.

El fiscal federal Carlos Gonella tiene a su cargo el rol acusador por la fiscalía del Tribunal Oral Federal número 2, junto a la fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni. Intervienen como jueces María Noel Costa, Fabián Asís y Julián Falcucci.

Coimas

A Viaut se lo acusa primero de pedir $2,5 millones en 2020 al gerente de la cooperativa de Las Cañitas (El Tío), Pablo González, y al presidente de la entidad, Juan Domingo Solá, para frenar una causa judicial por presuntas irregularidades. Fue el propio González quien lo denunció en Córdoba en junio de 2020.

El denunciante González declaró hoy (es querellante además) y sostuvo que fue Darío Rivarola quien en su momento le pidió ese soborno en dinero para “frenar” dicha causa judicial por presuntas facturas “truchas” entre otras irregularidades relacionadas a la cooperativa.

El querellante negó haberse comunicado con Viaut, aunque remarcó que lo hizo con su colaborador directo, quien –según González- le decía que respondía al fiscal.

Cabe recordar, que esto fue negado por Viaut hace un año en una conferencia de prensa.

En su declaración, González reiteró todo lo denunciado en su momento ante la Justicia y relató como se dieron los hechos que motivaron su denuncia. Subrayó que no pagó "ni un peso" ante el presunto pedido de Rivarola y aseguró que gracias a que pudo grabar una comunicación pudo demostrar lo que decía. 

El denunciante aseguró que Rivarola le exigió la suma de dinero primero a través de un intermediario, un amigo en común (Santiago Badino, ya sobreseído en la causa), y que mantuvo conversaciones telefónicas y dos reuniones presenciales con Rivarola.

Precisamente, explicó que junto a su hijo y un abogado de la cooperativa pudo grabar una de las primeras conversaciones telefónicas, que luego presentó como prueba. "Estaba tranquilo porque no hice nada, pero pensé que si me llevaban preso y sin causa iba a ser tremendo para la institución, es el motor de la economía de nuestro pueblo. Y evidentemente mi familia iba a sufrir enormemente", dijo.

Sobre Rivarola, detalló que "hablaba siempre en nombre de Viaut, me vino a ver en horario de trabajo; que venía en representación de Viaut, que era la mano derecha".

Además, remarcó que Rivarola le mencionaba nombres de otros dirigentes cooperativos e intendentes de la zona, demostrando conocimiento de su entorno. Y que le exhibió un presunto legajo y cheques de la cooperativa. “Dijo que había hablado con el intendente Cravero y Benedetti de Arroyito, que les estaban arreglando algún tema. ¿Cómo la gente no le iba a temer a estos tipos si actúan de esta manera?”, se preguntó.

La declaración de González reiteró lo ya expuesto en la denuncia: que ante el pedido de coima se contactó con el abogado Juan Alberione y resolvieron presentar la denuncia en la Justicia Federal en la ciudad de Córdoba, para lo cual dijo "seguirle el juego" a Rivarola en unas conversaciones posteriores a la denuncia. 

González se molestó ante la pregunta del abogado defensor de Viaut, Tristán Gavier, acerca de si había pagado finalmente la presunta coima solicitada: "¿Cuántas veces tengo que decir que no pagué ni un peso?", respondió.

Por este delito, también declararon como testigos el dirigente Juan Domingo Sola y el abogado Rubén Alberto Depetris, de la Cooperativa de Las Cañitas; y el contador Nicolás Leandro Garrone, contador de la Cooperativa de Servicios Eléctricos de El Tío, que ratificaron la versión del denunciante.

Sin embargo, quizás lo más llamativo de la exposición de González fue la revelación de que el reconocido dirigente del Grupo Cooperativo Devoto Domingo Benso había sido víctima de un intento similar de pedido de coima por parte de Viaut, y que también se había negado a pagar el dinero que le exigían. Esto podría motivar la apertura de otra investigación paralela hacia el accionar de Viaut en la Justicia Federal.

Viaut, a la derecha, esta mañana sentado como acusado en el juicio. (Foto: Twitter María Ester Romero).
Viaut, a la derecha, esta mañana sentado como acusado en el juicio. (Foto: Twitter María Ester Romero).

Tráfico de influencias

Sobre esta segunda denuncia, lo más importante en la mañana fue que los otros tres imputados reconocieron los hechos y las pruebas tal cual están en la acusación, lo que pone en problemas al fiscal de San Francisco y a Rivarola. Los tres imputados reconocieron los hechos tal como figuran en la acusación y pidieron disculpas.

Se trata de Gerardo Panero, Walter Fattore y Víctor Hugo Brugnoni. Este último ratificó haber pagado 17.100 dólares para que liberen a su hijo en una causa provincial donde se investigaba un abuso sexual. Aclaró además sentirse “engañado” porque nunca vio resultados respecto a la causa de su hijo.

En el comienzo del juicio, el fiscal Gonella se opuso al ofrecimiento de la defensa de Fattore para la suspensión del juicio a prueba (llamado "probation"), para lo cual ofreció 400 mil pesos en recomposición y tareas comunitarias en tres instituciones en Pozo del Molle. Lo mismo fue resuelto por el Tribunal, en coincidencia con el planteo del fiscal.

Resumidamente, Gonella lo consideró un delito de trascendencia institucional y explicó que ya se había opuesto al mismo pedido con otro de los imputados. Se basó en la resolución 97/09 de la Procuración General de la Nación, que fija pautas a fiscales para oponerse a casos de esta naturaleza. También señaló que una de las finalidades de la "probation" es descongestionar el sistema judicial ante delitos de menor trascendencia, y señaló que no era el caso.

Panero, propietario de una carnicería en Las Varillas, fue el primero de los imputados que reconoció los cargos que se le imputan. “Quería decir que me hago cargo de los hechos y de la causa en que me acusan. Quiero pedirle disculpas al tribunal y estoy muy arrepentido de los hechos por los que me acusan y del daño que he causado. Reconozco las pruebas. Estoy arrepentido de todo lo que hice y pido mil disculpas”, dijo.

El siguiente en admitir su culpa en fue el productor agropecuario Brugnoni, residente en Laborde, quien reconoció haber pagado una coima pero dijo haber sido estafado por los otros imputados. "Me hago cargo de las acusaciones que tengo. También reconozco que fui estafado y engañado por tres personas, que son Fattore, Panero y Rivarola. Yo no busqué a nadie, ellos me buscaron a mí. Ante la situación de mi familia, accedí a lo que ellos me propusieron", explicó, en referencia al pedido que le habrían efectuado para mejorar la situación procesal de su hijo, imputado en una causa por abuso sexual en la Justicia provincial y recientemente condenado.

"Tengo un amigo en común con Fattore, en Pozo del Molle. Una noche me llama por teléfono a mi casa y me dice “vino Fattore a mi casa, llamalo que tiene una conexión en los tribunales de San Francisco. Lo llamé y me dice “sí, tengo un amigo de Las Varillas que es amigo de un fiscal federal de San Francisco”. Ahí empezaron las conversaciones, le digo cuánto era el dinero que había que poner, porque calculo que esas cosas se hacen con dinero, y me dice que por el momento había que poner dos millones de pesos, que esa plata iba para frenar el colectivo de las feministas que estaba siempre frente a los Tribunales. Supuestamente hay un colectivo que estaba siempre. Me dicen que lo antes posible hay que poner el dinero", continuó.

"Le dije que nos encontremos en la estación de servicio de Las Varillas, como no tenía ese dinero en efectivo le di 17.100 dólares que equivalían a los dos millones de pesos. Nos encontramos en la estación con Panero, Fattore y Rivarola. Yo creía que Rivarola era el fiscal. Les di el dinero y me dicen nos vamos a estar hablando. Pasaron 10 o 15 días y sale la resolución que mi hijo iba a ser detenido, le envío un audio a Rivarola dándome cuenta del engaño en que yo había caído", siguió.

Brugnoni dijo que no conocía a Viaut ni sabía de su cargo, y que recién lo conoció el año pasado cuando fue citado por la Justicia. 

Finalmente reconoció los hechos Fattore, que inicialmente se había abstenido de declarar. Pero ante la confesión de los otros imputados, su abogado Rodrigo Ranz pidió un cuarto intermedio, tras lo cual el imputado declaró: “Los hechos son ciertos, pido disculpas y perdón a quien pueda haber perjudicado. No fue mi intención”. También aseguró conocer las pruebas en su contra.

Cabe recordar que en diciembre de 2020, a partir de allanamientos ordenados en la causa, se hallaron en la Fiscalía Federal de San Francisco 843.500 pesos y 8900 dólares que serían resultado de las gestiones ilícitas realizadas por Viaut y Rivarola, cuyos teléfonos celulares, desde los cuales coordinaron y gestionar estos hechos, también fueron secuestrados. 

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