Uno de los rubros que no frenó en el marco de la pandemia del coronavirus fue el de la construcción privada, con un gran impulso en la ciudad por las refacciones y mejoras dentro de los hogares y la instalación y construcción de piletas.

El buen momento para construir estaba atado a que el costo por metro cuadrado, que es en dólares, se encontraba en los niveles más bajos de los últimos 10 años.

Asimismo, la compra de lotes en áreas suburbanas tomó impulso en los últimos meses, también alentada por el mismo escenario y el interés que generó la pandemia por la colocación de piletas y armados de quinchos, aprovechando el espacio verde ante la por ahora imposibilidad de viajar.

¿Llegó al pico?

María Ana Magiastrello, del colegio de Arquitectos de San Francisco, explicó a El Periódico que cuando se abrió la construcción con las flexibilizaciones meses atrás, la actividad creció en gran forma en ámbitos privados como en las cooperativas. “Hay mucho trabajo, la plata se está destinando a reformas, arreglos y también a nuevas construcción”, aclaró.

No obstante, Magiastrello entiende que se llegó ya hasta a un “pico que fue notorio” pero que, de a poco, la actividad está volviendo a los causales normales: “Se fue normalizando, hay mucho trabajo e inversiones, pero ya desde el Colegio vemos que se normalizó el ingreso de expedientes y estamos ahora a la altura de lo que era el año pasado”.

La arquitecta manifestó que la situación “no deja de ser complicada” ante la pandemia, tanto en el ingreso de material como en los trabajos de obra que deben seguir protocolos estrictos.

Terrenos para piletas y quinchos

Por otra parte, aquellas personas que tenían ahorros para irse de vacaciones y que están viendo frustrados sus planes buscan alternativas para invertir el dinero en terrenos. Así lo ratifican desde inmobiliarias de la ciudad. Asimismo, un dato llamativo es la compra de lotes para construir exclusivamente una pileta y un quincho para pasar el verano que se avecina.

"Apenas empezó la cuarentena dura, que no se podía salir de casa, pensaba que no se iban a dar muchas ventas de lotes y fue todo lo contrario. Los dos siguientes meses, cuando hubo más circulación, que se empezó a mover la construcción. Se han vendido muchos lotes en barrios como Maipú o de la zona norte, a gente que se quería hacer la pileta o un quincho y pileta. Me dejó sorprendido, se movió más de lo que yo esperaba", comentó Franco Macagno, de la empresa de bienes inmuebles que lleva su nombre.

Macagno dijo que hubo "mucho movimiento" en ese sentido y lo atribuyó a la baja en los costos en dólares y a la tendencia de quienes decidieron invertir en lugar de dejar los ahorros en el banco: "Hubo mucha gente de afuera, de pueblos cercanos, que no quería tener el dinero en el banco y lo puso en lotes. También vi gente muy apurada por comprar un lote, hacer la pileta y tener todo listo para el verano".

Preocupa el trabajo informal

Julio Díaz, al frente de la delegación San Francisco de Uocra, ratificó el buen momento que viene viviendo la construcción en el ámbito privado, aunque subrayó que hay mucha mano de obra informal.

“La construcción creció bastante en los últimos cuatro meses, pero es mano de obra informal. En realidad vemos que la gente invierte dinero que no puede gastar en otras cosas. El problema son los bajos sueldos que se pagan. Nosotros trabajamos para mejorar los jornales a los compañeros”, explicó.

“Han caído los precios y muy fuerte ante esta situación; no es una época fácil ni un momento para perder la cabeza”, dijo Díaz.

La pileta en casa

Otro de los fenómenos vistos durante los últimos meses es la buena actividad de los negocios que venden piscinas o aquellos que las construyen.

Desde Piscinas IPC San Francisco, donde comercializan piletas de plástico reforzado con fibra de vidrio, Diego Giampaoli destacan que vienen trabajando de gran forma.

“Cortamos en marzo para dar vacaciones, pero empezamos a trabajar en abril. Con la pandemia, el primer mes fue de incertidumbre. En mayo cuando se empezó a abrir todo empezamos a instalar y hace de junio que estamos sin parar”, comentó Giampaoli.

Encuesta: ¿cuál fue el impacto del coronavirus y qué vendrá a futuro?

El Grupo Construya realizó una segunda encuesta sobre el impacto de la Covid-19 en la industria de la construcción durante agosto y septiembre. Según se desprende del informe, para las distribuidoras de materiales el impacto de la cuarentena fue más leve, ya que se beneficiaron por la demanda para refacciones, mantenimiento y mejoras.

Consultadas sobre el impacto de las restricciones por la pandemia de coronavirus, sólo 8% de las distribuidoras consideró que tuvo un impacto muy negativo y 21% cree que fue negativo, mientras que casi un 50% consideró que fue positivo y un 23% fue neutral.

Post pandemia

De acuerdo con el relevamiento realizado sobre personas vinculadas con la construcción y al mercado inmobiliario, en el sector hay "un moderado optimismo en la recuperación de la construcción post pandemia".

El 30% de los encuestados espera una recuperación rápida (17% de forma inmediata) y otro 20% consideró que llevará hasta un trimestre; mientras que un 20% piensa que demandará hasta seis meses, 15% un año, y otro 15% más de un año.

Al analizar las principales dificultades que aparecerán luego de terminada la pandemia, los encuestados señalaron incertidumbre por el tipo de cambio (56,1%), en segundo lugar la mayor presión impositiva (45,2%) y tercero la menor disponibilidad de financiamiento (37,5%). También refirieron el mayor costo de la construcción (36%), la menor inversión en obras privadas (27,3%) y el costo de los terrenos (14,1%).