Bernardo Alberione dejará el próximo viernes sus cargos como fiscal de Delitos Complejos y de Lucha contra el Narcotráfico, puesto este último que cumplió sin un reconocimiento oficial durante casi una década.

Su partida no es sorpresiva, para nada. El letrado ya había anunciado su deseo de alejarse del ámbito judicial para jubilarse, condición que tendrá a partir del próximo 1° de marzo, luego de unos días de licencia. Sin embargo, en el último tiempo reclamó fervientemente que le paguen haberes por el ejercicio de dos cargos y no solamente por estar al frente de Delitos Complejos. Pese a ello, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba rechazó su pedido en dos oportunidades.

Alberione abandona su función tras 40 años de servicios: 29 como fiscal y nueve como titular de las dos áreas.

“Siento que con las herramientas que tuve cumplí con lo que me comprometí”, le indicó a El Periódico, luego de una tarde de miércoles donde pudo dar, por un lado, con el principal sospechoso de cometer una violación en plena costanera en la madrugada del lunes y, por el otro, conocer la sentencia a prisión a Leandro Sacco, protagonista de un caso que lo tuvo a maltraer durante varios meses.

El funcionario cuestionó que no sintió “el mayor de los acompañamientos” desde el poder político: “Sí me sentí acompañado de todos mis colegas, del Ministerio Público Fiscal y a nivel político con determinadas personas he tenido un buen vínculo. En general no soy una persona que esté cerca de la política. Siempre me he manejado lejos”, aseguró.

Alberione debió trabajar en un campo de acción difícil debido a que San Francisco es una ciudad particular al formar parte de un conglomerado junto con las localidades santafesinas de Frontera y Josefina –sobre todo con su barrio Acapulco- donde el narcotráfico acecha.

- ¿Es jubilación, un retiro o ambas cuestiones?

- Ambas. Me voy por los años de servicio y además por no cubrirse la vacante del fiscal antidrogas. Me debería haber ido en septiembre pasado. Fundamentalmente me voy porque no se nombra a un fiscal antidrogas y a mí no me da más el cuerpo.

- ¿Tuvo algo que ver las amenazas en su momento hacia su persona y familia?

- No motivó mi salida pero me generó una gran intranquilidad sobre todo por el entorno familiar que no tiene por qué pagar precio por el ejercicio de mi profesión.

- ¿Cómo tomaron entonces esta noticia?

- Si supieras la alegría que causó mi renuncia… si hubiese sido consciente del efecto que la amenaza causó en mi familia me hubiese ido antes.

- Recién sostenía que no le daba más el cuerpo para una doble función. ¿Cuánto lo afectó ese desgaste?

- Fui un fiscal de facto. Mi desgaste fue el doble y estoy pagando un costo altísimo. Pago el precio de tener 62 años y estar en un cuerpo de 80. Veinte años más, por lo menos, en las costillas y con todo lo que implica.

- La Fiscalía Antinarcotráfico fue creada en 2015 por la Provincia para liberar a los demás fiscales de la tarea de investigar este delito. Sin embargo, la tarea recayó sobre usted por tiempo indeterminado. ¿Qué pasó?

- No lo sé. Hace nueve años reclamo que se nombre un fiscal a cargo pero parece que acá no hubiera trabajo. Tiene presupuesto pero no se puso en funcionamiento. Estuve en Drogas desde el primer día, pero sumado a Delitos Complejos es mucho trabajo. Y es totalmente distinta la mecánica que utiliza el narcotráfico a la de un homicidio o un abuso sexual. Ahora, ¿dónde conseguís un fiscal que agarre ambas cosas?

- ¿Qué mensaje deja?

- Que si no se toman medidas urgentes para nombrar un fiscal de Lucha contra el Narcotráfico, el andar de la ciudad se va a complicar.