A barrio Alberione lo han nombrado personalidades muy importantes de distintos ámbitos como la política y el deporte. Y lo siguen haciendo a diario, pero en realidad no existe en los papeles. La nomenclatura barrial de San Francisco no contempla en la actualidad este nombre, es decir, que tiene toda la “pinta” y el reconocimiento, pero la historia legislativa ya hace casi 70 años que lo borró del mapa.

Las razones obligan a ahondar en los papeles, así que echando mano del Archivo Gráfico y Museo Histórico (AGM) se puede encontrar que en 1935 se aprobó la ordenanza 457 que incorporaba al plano de la ciudad de ese entonces al barrio Alberione.

La denominación tenía razón de ser en quien fue impulsor de la urbanización de la zona, Jorge Alberione. Todo el loteo comprendía el perímetro de las avenidas Rosario de Santa Fe, Juan de Garay, Urquiza y Dorrego.

Durante la intendencia de Raúl G. Villafañe se aceleró la formación de un centro vecinal, la inauguración de la plaza 1° de mayo, el primer teléfono público de esa área y la apertura de Av. Libertador Norte. El traslado de Sportivo Belgrano (Tiro y Gimnasia también se mudó, pero es parte de otro barrio) no hicieron más que reafirmar la identidad popular en Alberione.

Los problemas empezaron cuando el centro vecinal, el otro club de la zona y la plaza se identificaron con el nombre 1° de Mayo. Allí a nivel social se lo empezó a reconocer con dos nombres indistintamente, no obstante, en 1955 por decisión municipal pasó a llamarse General Belgrano.

La estocada final sucedió en 1996 cuando debido al crecimiento de la ciudad se hizo un reordenamiento del plano de San Francisco y Alberione, que un día fue 1° de Mayo y después General Belgrano, terminó por ser fraccionado y subsumido por Vélez Sarsfield y José Hernández.

La plaza 1° de mayo llevó a que el barrio décadas atrás fuera conocido por este nombre.
La plaza 1° de mayo llevó a que el barrio décadas atrás fuera conocido por este nombre.

Popular

Es asombroso que una zona tan popular haya pasado por tantas transformaciones y empero siga siendo reconocida por el nombre inicial. En parte eso también estuvo impulsado por el espíritu futbolero que reina en la zona.

Tan particular es que hasta tiene un sector con colores propios, dos clubes y vecinos que han vivido toda la vida allí. En calle Pueyrredón hay un caso testigo de esto y es el de Miguel Perín, periodista reconocido en San Francisco que tiene casi 60 años y su existencia está íntimamente ligada a Alberione.

Hay un dejo de nostalgia en la voz de Perín cuando graficó qué significado tiene este lugar para él en su vida. Cuando era chico podía elegir a cuál “campito” ir a jugar, era una zona muy amena para transitar la niñez y jugar a la pelota.

En la actualidad dice que es un barrio bastante tranquilo, que está cerca de todo y muy diferente de aquel que conocieron sus padres.

“Cuando llegó mi familia en la segunda mitad de los años ‘40 al barrio, apenas tenía la red de agua y ni siquiera todas las viviendas tenían acceso. Recién en los años 80 se terminó de completar todo el anillo de la red de agua. De fines de los 70 en adelante nosotros empezamos a contar con los desagües, el pavimento, se completó la red de agua, después vinieron las cloacas y el gas”, rememoró.

El otro club de barrio Alberione 1° de mayo es una figura de la vieja Liga Amateur.
El otro club de barrio Alberione 1° de mayo es una figura de la vieja Liga Amateur.

Clubes cruzados

No se nota tanto en esta época, pero hubo un tiempo - después que Sportivo Belgrano mudó su estadio a Alberione- donde se respiraba mucho fútbol. Del otro lado de la avenida, sobre calle Mitre al 1200 se encuentra el club 1° de Mayo, institución vinculada a la Liga Amateur y a las reuniones de amigos.

“Es un barrio muy futbolero, no solo la presencia de Sportivo sino también de 1° de Mayo, del cual mi papá fue dirigente. En la vieja Liga Amateur era protagonista y las familias del barrio tenían a los chicos que jugaban al fútbol”, explicó Miguel.

En su corazón, la “verde” tiene un lugar muy especial también ya que el club era como el patio de su casa, además de que lo vio crecer. “Me tocó ver lo que fue el proceso de la construcción de la pileta a fines de los años ‘60, a principios de los ‘70, era donde pasabas los veranos”, añadió.

Su corazón además latía fuerte cuando por las viejas radios el emblemático relator Víctor Hugo Brizuela decía que tal o cual equipo llegaba para jugar en barrio Alberione.

Ese orgullo por el barrio, por el club y la identidad que conforman no tiene comparación, dicho con sus palabras: “Eso hace que tenga un posicionamiento bastante singular. Es como decir, salvando las distancias, el barrio de la boca tiene a Boca, el barrio de Alberione tiene a Sportivo, así que la influencia del club es muy grande”.

Las calles de Alberione se identifican con el verde de Sportivo.
Las calles de Alberione se identifican con el verde de Sportivo.