El caso del actor Tomás Kirzner, hijo de Adrián Suar y Araceli González, quien contó durante un programa televisivo que fue abusado cuando tenía 7 años tuvo gran repercusión y abrió nuevamente el abanico respecto a la prevención y los alertas ante estos casos que no discriminan situación económica, cultural y social.

Sin embargo, no es necesario remitirnos a Buenos Aires. Actualmente, la Fiscalía de Delitos Complejos de San Francisco está cargada de causas de abuso sexual a menores de edad en plena investigación.

La psicóloga Mariana Cravero (MP 4331), integra el equipo técnico de Tribunales y entre sus funciones tiene la tarea de analizar a las víctimas de abuso sexual y violencia familiar, y efectuar la Cámara Gesell al momento de que brinden testimonios.

“Los casos de abusos sexuales son una problemática transversal a todas las clases sociales. Puede suceder en todas las familias y padecerlos todos los niños por el solo hecho de ser niños”, señaló en diálogo con El Periódico Radio (FM 97.1).

Señales

En cuanto a las señales que los adultos deben tener en cuenta para detectar un caso de abuso, por ejemplo, Cravero explicó: “Son situaciones que puedan dar diferentes manifestaciones, que por lo general son cambios comportamentales. Puede haber cambios en la conducta, en sus rutinas de sueño o alimentación, irritabilidad”, mencionó.

Al mismo tiempo aclaró que estos indicadores son síntomas inespecíficos que pueden ser causados por otras circunstancias que el niño puede estar viviendo y ejemplificó: “Como problemas familiares, una mudanza, separación de padres y otros”.

Abusos sexuales: “El relato puro del niño es fundamental”

No alarmarse y escuchar al niño

Ante la posibilidad de un caso de abuso a un menor de edad, la especialista recomendó a los padres que deben estar atentos, pero no tienen que alarmarse y pensar como primera acción que el niño puede estar siendo abusado.

“Eso resulta contraproducente en el sentido de que los padres interrogan a los chicos y en ese interrogatorio pueden generar una interpretación equivocada”, comentó.

“Hay que estar muy atentos a lo que los chicos dicen, porque el indicador más específico del abuso sexual, cuando no hay signos físicos, es el relato del niño”, remarcó Cravero.

En este sentido, la profesional destacó: “En lo que el niño puede decir, ahí está la importancia de que los adultos escuchen lo que este tenga para contar sin interrogarlo. En ese interrogatorio puede haber una contaminación del relato y cuando llegan a la Justicia para investigar el caso el relato puro es fundamental para poder dilucidar lo ocurrido”.

La difícil tarea de prevenir

Está claro que la función principal de los padres es la protección de sus hijos ante cualquier daño que puedan sufrir, pero la realidad es que los casos de abusos son complejos de prevenir.

“Es muy difícil prevenir. Esto se debe a que las personas que cometen los abusos en la mayoría de las veces son personas que están integradas perfectamente en la sociedad, son allegadas a la familia, personas conocidas, que el entorno familiar confía”, dijo la psicóloga.

A la vez recordó que “la mayoría de los casos son intrafamiliares, y es muy raro que haya atacantes externos a la familia, tipo cazadores”.

“Por eso, pensar en decirle al niño ‘vos tenés que hacer esto o lo otro’ es culpabilizarlo doblemente. El niño no se da cuenta que está siendo involucrado en una situación abusiva”, expresó Cravero, y agregó sobre los casos donde interviene: “Las personas que cometen este tipo de delito son personas adaptadas, que no muestran ningún signo en particular que nos permita identificarlos fácilmente”.

La dinámica de los abusadores

La profesional que se desempeña en la Justicia local explicó que el abuso sexual tiene la dinámica de que el niño va siendo captado por el adulto sin que se dé cuenta.

“Los agresores sexuales involucran a los niños en esta cuestión a veces como si fuese un juego, o una situación de secreto, generando una complicidad. Otras veces apelan a las amenazas y hay un montón de circunstancias que hacen que para el niño sea muy difícil poder salirse”, indicó la especialista.

“Por eso, pensar en que uno puede estar atento y prevenir a los hijos que estén en una situación así, generaría más culpa en los padres. Realmente es muy difícil de prevenir porque los abusadores tienen la habilidad de ir venciendo la capacidad de reacción del niño”, reafirmó.

En este marco, destacó que es fundamental que los padres generen el vínculo de confianza con el hijo como para que ellos puedan contar lo antes posible si hay alguna situación o alguna persona que le genera alguna comodidad, o algo que sienten que es raro o no está bien. “Sin temor a ser castigados o no ser creídos en lo que dicen”, acotó.

También recomendó no reaccionar de una manera exaltada para que el niño no se inhiba en su relato.

Cámara Gesell

La Cámara Gesell es el acto procesal donde el psicólogo entrevista al niño que pudo haber sido víctima de un caso de abuso sexual o violencia. Se desarrolla en un cuarto especialmente ambientado para los menores.

Detrás de una pared espejada pueden presenciar el acto integrantes de la fiscalía que investiga el caso y la defensa del posible imputado que pueda surgir de ese testimonio.

“En los menores de 16 años se realiza la toma de testimonio en el recinto de Cámara Gesell, lo hacemos los psicólogos de Tribunales de San Francisco”, comentó Cravero y agregó: “En el caso de los adolescentes de 16 a 18 si están en condiciones pueden declarar directamente en la fiscalía”.

“Cuando son niños muy pequeños es más difícil obtener el testimonio, por eso siempre remarcamos la importancia del relato que pueda dar. Los padres no deben incidir en el testimonio del menor para no contaminar su relato”, destacó.

-¿Cómo se debe afrontar el momento de la denuncia?

Cuando los padres o adultos notan que el relato del niño indica que fue víctima de un posible caso abuso sexual, puede hacerse la denuncia para que se avance con la investigación desde la Justicia.

También pueden hacer la consulta con un profesional médico para estar más seguros y saber si el niño está en condiciones de atravesar el proceso judicial.

-¿Todos necesitan tratamiento psicológico?

Depende de cada caso. Hay chicos que necesitan un abordaje profesional como apoyo terapéutico, pero otros no lo necesitan. Depende mucho si es realmente una necesidad, no es cuestión poner en tratamiento a un niño si realmente no lo necesita.

Muchas veces con sus propios recursos va pudiendo elaborar la situación y sigue desarrollándose sin grandes alteraciones.