Martín Molina tenía un sueño, como el de muchos, que es tener la casa propia. Cuando fue adjudicado con el crédito UVA para poder comprar la propiedad en barrio Jardín, sabía que mes a mes iba a pagar su casa. Pero, el sueño se volvió pesadilla.
Como en los demás casos, Molina también vio crecer exponencialmente la cuota del crédito y también la deuda. La frustración y la impotencia, lo llevaron a ponerla en venta en menos de un año de conseguirla.
“La puse en venta desde febrero de este año y la había comprado el 11 de abril del año pasado. En menos de un año pasó todo”, aclaró a El Periódico.

Según contó, el Banco Nación, entidad que le otorgó el crédito a 30 años, le dio $1.116.000 y aunque la casa le costón poco más de un $1.400.000, él se hizo cargo de esa diferencia.

La cuota inicial fue de $5.500 pero actualmente supera los $12.000. “Yo la casa que compré no era inhabitable pero sí había que invertirle dinero arriba, al menos 500 mil pesos”, aclaró el entrevistado, padre de tres hijas, quien se quedó sin trabajo hace unos meses. Pese a ello hace trabajos particulares de electricidad y se dedica a ser DJ. Su esposa, en tanto, es monotributista.

“Yo pongo música, tuve que vender varios equipos para poder aportar a la casa además de lo que me dio el banco. Lamentablemente tenía proyectos para la casa, pero al nivel que sube la cuota es imposible y la puse en venta. Mi idea era proyectar en el patio, adentro la estoy acomodando yo con la parte de pintura, albañilería. Le hice los cimientos para tres habitaciones y un baño, dejé las hileras hechas, pero no puedo seguir adelante. Me da mucha bronca deber más de 900 mil pesos de lo que saqué, ya son más de dos millones la deuda en un año”, sostuvo.

Martín contó que cada vez que entra o sale de la casa ya no mira más el cartel de venta: “El día que la venda no sé qué me va a pasar. Me da bronca que me metieron la mano en el bolsillo, me la pasé laburando, de lunes a lunes”, expresó.

Molina se siente estafado porque le dijeron otra cosa cuando sacó el crédito: "Nos decían que solamente se iba a afectar el 25% de los ingresos pero no fue así, hoy si yo estuviera trabajando como empleado, tendría el 55% de mi sueldo afectado", relató.