En agosto, la Secretaría de Modernización de la Municipalidad de San Francisco puso en marcha un curso básico para que adultos mayores aprendan a utilizar el celular, una herramienta tecnológica tan necesaria y útil en estos días pero que muchas veces se presenta como toda una dificultad para las personas de mayor edad. Se dictó en la Tecnoteca y tuvo amplia repercusión.

Es que la mayoría de los asistentes contó que apenas sabía alguna que otra función y que muchas veces sus personas cercanas al estar ocupadas no podían dedicarle tiempo a la enseñanza. Por eso, quienes lo cursaron valoraron que el municipio lo lleve adelante. También que hoy pueden comunicarse mucho más fácil a través de ciertas aplicaciones en los teléfonos. 

Uno de los casos es el de Ana María Campana (72), de las primeras que se anotó, quien confesó que el día que lo hizo pidió que le avisen sobre el inicio de clases con un llamado y no mediante el Whatsapp, ya que no sabía utilizar la aplicación.

“Gracias al curso aprendí a usarlo. Hoy me puedo comunicar con mi hija, con mis nietas, eso fue un gran avance”, contó a El Periódico.

La mujer se refirió también a otros contenidos sobre los que le tocó aplicar: “Además aprendí a agendar contactos, siempre tenía que buscar a alguien que me los ponga. Aprendí también a usar la cámara de fotos. Son muchas las cosas que se aprendieron, más allá de que sería bueno que con el tiempo hicieran otros cursos para refrescarnos un poco la memoria”, señaló.

“Pero con lo que aprendimos y algo de lo que preguntamos nos queda más grabado. A mí realmente me gustó mucho el curso, y si tuviera que volver a hacerlo, lo volvería a hacer”, sumó.

Campana destacó que más allá de que se pudieron aprender contenidos se pudieron compartir lindos momentos: “Fue un grupo muy lindo, hicimos muchas amistades. A mí me pone muy contenta que se haya hecho esto, que la Municipalidad haya pensado en nosotros los adultos mayores, a quienes realmente si no nos enseña la familia, no tenemos otra posibilidad para aprender a usar la tecnología”.

"Hoy me puedo comunicar con mi hija y mis nietas": la alegría de una mujer que hizo el curso de manejo de celulares

“Este es un ejemplo, yo no sabía usar Whatsapp. Mi hija me decía ‘ponete Whatsapp’ pero yo siempre tenía miedo de que se me complicara con el teléfono y que después no pudiera usar el teléfono, que lo pudiera necesitar para llamar a alguien y ni pudiera, no me animaba”, agregó.

La mujer aseguró que muchas veces fue ayudada por su familia, pero reconoció que a veces los hijos y los nietos no tienen mucho tiempo. “Me ayuda mi hija, pero ella tiene su trabajo, su negocio. O mis nietas, que vienen los domingos a comer en casa. Pero ahora ya son grandes y tampoco tienen mucha paciencia para dedicarse a los abuelos. No digo que no me han enseñado, pero el curso fue lo que más me ayudó hasta aquí”, cerró.

“La edad no es un impedimento, se puede aprender”

A sus 89 años, Marta Fabry fue una de las asistentes de edad más avanzada que hizo el curso. Ella asegura que la edad no es una dificultad para seguir aprendiendo.

“Me faltan seis meses para cumplir 90, pero se puede aprender y yo aprendí cosas, y eso que uso hace mucho tiempo al teléfono”, sostuvo.

“Había un montón de cosas que no sabía, por ejemplo no conocía Google Maps, no sabía poner aplicaciones tampoco, no sabía cómo se bloqueaba el teléfono. Para mí fue importante, no solo agregar aplicaciones sino este asunto de los mapas para encontrar la ubicación”, mencionó.

Sobre la ubicación, específicamente, amplió: “Me sirvió para ubicarme, me pasó una vez de que me había perdido en Córdoba y no me encontraba mi hijo, y no sabía cómo avisar dónde estaba”.

"Hoy me puedo comunicar con mi hija y mis nietas": la alegría de una mujer que hizo el curso de manejo de celulares

Sobre qué fue lo que la llevó a anotarse, contó que fue para evitar tener que recurrir a otras personas: “No todos tienen la predisposición de detener el tiempo porque ya lo saben, acá nos tenían paciencia y atendían personalmente a todos, a todas las cosas les encontraban la solución y había una respuesta. Algunos sabíamos un poco más, pero hay mucha gente que realmente no sabía, entonces yo me daba cuenta que aprendían”.

“A mí me pasaba que tenía que recurrir siempre a mi hija o esperar a que alguien me enseñara, pero ahí todas las preguntas que se hacían tenían sus respuestas, su explicación”, agregó.

Brecha digital

Según un estudio que llevó a cabo el año pasado el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en el marco del Día Internacional de las Personas de Edad, el 53% de las personas mayores de 75 años utiliza tecnología (celular, computadora e internet).

Sin embargo, especialistas aseguran que en Argentina existe una brecha digital entre las personas mayores y el resto de la población, no solo en cuanto al acceso sino también en el uso de nuevas tecnologías, que se intensifica a partir de los 75 años. Para reducir esta brecha, quienes están en tema aseguran que es fundamental apostar a la educación de los mayores en TIC.