Emilia Fernández partió desde Villa Ángela (Chaco) hacia las islas Malvinas junto con el contingente de familiares de los caídos. Hasta ese momento, ella no sabía dónde estaba el cuerpo de su querido hijo. Allí, bajo el frío viento de Malvinas, Emilia pudo finalmente despedirse de Emilio, quien durante 35 años sólo fue un “Soldado solo conocido por Dios”. Antes de partir, Emilia se mostró muy emocionada, contó que por las noches se preguntaba dónde estaba su hijo y pidió traer aunque sea sus restos al continente: “quiero traerle una flor y prenderle una vela y si esta tan lejos no voy a poder”.

Luego del especial momento en el que los familiares pudieron finalmente despedirse de los caídos en Malvinas, la foto de Emilia, sentada frente a la tumba de su hijo, tocó el corazón de José Garay, un dibujante de Villa Elisa que decidió completar el momento a su manera, dibujándolo en lápiz sobre un papel. 

Fuente: Radio Mitre