Los especialistas recomiendan que los pacientes siempre pidan a sus médicos que les muestre qué se les va a aplicar, de qué laboratorio es y que desconfíen de los productos baratos.

Ante las denuncias por mala praxis que hizo recientemente la mediática vedette Pamela Sosa a su ex pareja y cirujano, Aníbal Lotocki, quien le habría inyectado metacrilato en tratamientos estéticos que le ocasionaron graves y crónicos problemas de salud, cirujanos plásticos y dermatólogos explicaron que esas sustancias, que se usaban en décadas anteriores, "son tóxicas y no deberían aplicarse más".

"En el 80 y principios de los 90 se utilizaba mucho la silicona líquida, un relleno permanente que puede migrar hacia los ganglios linfáticos. Hoy se sabe que el riesgo con ese producto es que el cuerpo lo reconoce como una sustancia extraña y se producen granulomas, unos cordones duros y enrojecidos", explicó a Télam Cristian Leonhardt, titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica de Buenos Aires.

Los granulomas "pasan por cuatro estadios hasta terminar ulcerados (como cualquier granuloma a largo o corto plazo) y generan un problema sistémico que puede llevar al paciente a la muerte", completó Patricio Buquet, también miembro de esa Sociedad.

"Los productos de relleno que se usaban hace varios años y que actualmente ya no se usan o no se deberían usar son las siliconas líquidas y los distintos tipos de colágenos, que pueden generar celulitis crónica, nódulos, granulomas e infecciones y también migrar a sitios donde no fueron inyectadas, produciendo verdaderas deformaciones incluso varios años después de su aplicación", agregó el dermatólogo Hugo Moreno en diálogo con esta agencia.

Complicaciones 

Según advirtió, la complicación más peligrosa luego de una inyección de silicona es la muerte por embolia pulmonar, mientras que los colágenos pueden producir reacciones de hipersensibilidad.

"El metacrilato es otro producto que se utilizó mucho en el 2000 y también puede producir granulomas", dijo Leonhardt, y su colega Buquet señaló que este material puede migrar a zonas adyacentes u otros órganos.

Con respecto a los productos que sí están aprobados por la Anmat, los especialistas coincidieron en que los mejores rellenos son los de ácido hialurónico, "ya que es una sustancia que tenemos en el cuerpo y no es reconocida como extraña por el organismo".

Se trata de rellenos temporales que duran entre 12 y 18 meses y luego se absorben gracias a una enzima presente en el organismo que se llama hialuronidasa, que lo degrada, por lo que "no tiene migración espontánea y no genera granulomas", aseguró Buquet en declaraciones a Télam.

Moreno agregó que otros productos aprobados tanto por la Anmat como por la FDA ( Food and Drug Administration, la autoridad sanitaria de los Estados Unidos) son la hidroxiapatita de calcio, la carboximetilcelulosa y el ácido poliláctico (productos reabsorbibles), que se aplican mayormente en el rostro para corregir arrugas, cicatrices, surcos y dar volúmenes.

Consejos 

"Se aconseja usar productos de relleno reabsorbibles, pues una de sus ventajas es que desaparecen con el tiempo y acompañan los cambios propios del envejecimiento, de manera que los resultados siempre tienden a ser naturales", destacó el también médico del Servicio de Dermatología del porteño Hospital Muñiz.

En cuanto al aumento de glúteos, los especialistas señalaron que se realizan principalmente por dos mecanismos: implantes glúteos y lipotransferencia.

"Es posible dar mayor volumen a los glúteos mediante la colocación de prótesis de silicona, un procedimiento quirúrgico que debe ser realizado por un cirujano, y también se puede hacer un autoinjerto de grasa", explicó Moreno, y Leonhardt añadió que "lo bueno de la grasa es que el cuerpo no la rechaza porque es del propio paciente".

La lipotransferencia consiste en "lipoaspirar diferentes regiones del cuerpo e inyectar esa grasa nuevamente en el organismo, en este caso en la región glútea, sin alterarla con ningún otro producto", apuntó Buquet.

"Los pacientes deben solicitarle a su médico que les muestre qué les va a aplicar y que les diga de qué laboratorio es. Deben ser productos de marcas conocidas internacionalmente, para que puedan averiguar y no dejarse aplicar lo que el médico diga sin saber qué es. Y aunque suene feo, ¡que desconfíen de lo bien barato!", enfatizó el cirujano plástico.

Los expertos coincidieron también en que en la actualidad muchos médicos hacen tratamientos de estética sin estar capacitados o autorizados para ello.

"El mejor consejo a aquellos que quieran realizarse un procedimiento de cirugía estética es que consulten a un profesional certificado: en caso de no tener un especialista de confianza pueden buscar en la web de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, que tiene filiales en el interior del país, o en la de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires", aconsejó Leonhardt.