Esta semana el club El Tala confirmó a Daniel Beltramo como nuevo entrenador y coordinador general del básquet del club. El reconocido DT, que supo llevar a San Isidro al TNA luego de conseguir dos ascensos consecutivos, se entusiasmó con la propuesta de “volver a los orígenes” como formador.

Beltramo tiene una larga trayectoria en el básquet, fue ayudante de Rubén Magnano y entrenador de las formativas de Atenas; además dirigió los equipos de primera división en San Isidro, Unión de Santa Fe y Echagüe de Paraná.

En una charla con El Periódico, el hombre de Oncativo contó por qué se alejó del profesionalismo, cómo se dio su llegada a El Tala y los detalles de su proyecto de trabajo que comenzará a mediados de enero en la institución.

- ¿Cómo surgió tu llegada a El Tala?

Me contactó Diego Mare, yo estaba decidido a quedarme por acá en San Francisco por una cuestión familiar y por un emprendimiento personal, entonces tenía muchas ganas de dirigir en la zona. Me contaron cómo estaba la situación del club, hay una nueva comisión directiva que empieza a ejercer desde enero. Son todos jóvenes con mucho empeño que quieren que el club vaya recuperando el buen nivel de años atrás y me entusiasmó. El club tiene las categorías medianamente armadas, tenemos que aumentar la cantidad de chicos, pero me gustó mucho por la idea de tomar un proyecto integral que tenga que ver con todo el básquet del club. Yo lo disfruto mucho y eso fue lo que más entusiasmó.

- ¿Es recobrar el espíritu amateur y volver a los orígenes como formador?

Totalmente, a mí me gusta mucho más liderar proyectos que dirigir equipos. Hoy en el profesionalismo, en la mayoría de los clubes y sea del nivel que sea, no tienen proyectos. Te contratan, te dan 10 jugadores, te pagan un sueldo y quieren solamente que ganes partidos. Para mí el deporte y el básquet va mucho más allá de eso, y realmente creo que es volver a encontrarme con lo que más me gusta, es lo que mejor sé hacer.

- ¿En qué consiste este nuevo proyecto?

Lo primero y principal es recuperar algunos chicos que se han ido del club, que vuelan a jugar en El Tala, incrementar la cantidad de chicos en todas las categorías, principalmente en el mini básquet. Después queremos desde el punto de vista deportivo respetar una línea de juego en todas las categorías, consideramos que estos clubes de la zona son formadores de jugadores y ese es el objetivo, respetar una línea de juego unificada que sirva para formar jugadores que en un futuro se inserten en la Primera. La idea es tener una Primera competitiva, en tanto y en cuanto el club pueda sostenerla, porque tiene otras prioridades institucionales.

- ¿Cuál es el plazo?

No hablamos de tiempos. Yo siempre digo que sé cuándo llego, pero no sé cuándo me voy. Estaremos mientras estemos de acuerdo y coincidamos en los objetivos, en las voluntades y tiremos para el mismo lado. A mí particularmente me gusta quedarme mucho tiempo, de hecho, en la mayoría de los clubes que dirigí lo hice por muchos años y no he estado en muchos clubes, salvo en estos últimos años. Porque cuando entramos en el profesionalismo entrás a cambiar de clubes permanentemente y no es eso lo que a mí me gusta, así que espero tener la continuidad en donde pueda demostrar un proyecto a largo plazo.

- ¿Qué cambió en vos después de tantos años como entrenador?

La matriz de mi pensamiento en el básquet no cambia, lo que sí cambia son los aspectos metodológicos, algunos enfoques que se le dan a determinadas cosas. Yo creo que el básquet es dinámico, es de toda la cancha, creo en aprovechar las transiciones y los contraataques, sigo pensando que la defensa es la parte más importante del juego porque es la que domina los partidos, en eso no he cambiado. Sí he cambiado pormenores de enfoques, distintas formas de lograr objetivos metodológicamente, creo que en eso es permanentemente en lo que se va actualizando y lo que debe actualizarse, y evidentemente que uno también trata de ir modificando la llegada a los jugadores, los jóvenes no son los mismos que hace 20 años atrás, hay que llegarles de otra manera, hay que ir estando al tanto de esas necesidades y saber captarlas.

Sobre Antonio Manno. “Lo que yo aprendí con él está claro, lo implemente en todos los equipos donde pude, y tuve el tiempo para hacerlo. En San Isidro habíamos creado una identidad definida y ahora en El Tala, si bien seguramente va a haber matices distintos, la idea va a ser que el equipo sea muy duro presionando en toda la cancha, corriendo bien las calles en contraataque, tomando las acciones de transición, vamos a tratar de que eso se respete”, dijo Beltramo.

- ¿Qué te incomoda más del profesionalismo? ¿el exitismo?

No, creo que no es el exitismo porque uno sabe las reglas de juego. Lo que yo noto es que la gran mayoría de los clubes profesionales es muy poco lo que te ofrecen: te dan un contrato de un año con 10 jugadores para que entrenes y nada más que eso; me parece que los clubes estructuralmente tienen muy poco, no hay proyectos que tengan conexión con inferiores, la mayoría no tiene juveniles para que vos utilices en Primera, no hay trabajos con los demás entrenadores del club. Entonces es tirar la moneda al aire porque quieren que ganés pero la estructura que te dan para que logres los objetivos son muy básicas, se gasta demasiado dinero en jugadores y muy poco dinero en estructura. No es un problema económico, es un problema de cómo se distribuye el dinero.