El índice de pobreza descendió al término del tercer trimestre de este año al 43,8% frente al 44,7% de julio-septiembre del año pasado, según el relevamiento efectuado por el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).

En tanto, el nivel de indigencia, entendida como la gente pobre cuyos ingresos ni siquiera les alcanzan para comprar la cantidad mínima para alimentarse, se mantuvo en el 8,8%.

El director del Observatorio, Agustín Savia, apuntó a que los planes sociales “son fundamentales para evitar que se dispare la indigencia". Sin estas ayudas ese índice aumentaría del 8,8% a 18%.

“Los efectos que tendría sacar los programas serían muy fuerte desde el punto de vista social. Generar reducciones a los programas tiene efectos muy corrosivos”, dijo Savia en el informe.

En cuanto a la pobreza, la estimación de la UCA es que sin los planes pasaría de 43,8% a 48,9%.

Entre septiembre de este año e igual mes del año pasado la economía acumuló un crecimiento del 10,4%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)

Con ese crecimiento la tasa de desocupación bajó al 9,1% en el tercer trimestre de este año desde el 14,2% de igual período del año pasado, informó la UCA.

Tanto en el 2020, con las restricciones para combatir el Covid 19, como este año, gravitó con fuerza el “efecto desaliento”: desocupados que abandonaron la búsqueda de empleo al ver que disminuían las chances de conseguir trabajo.

La UCA estimó que sin este desaliento, y sin las vacantes que se abrieron por las licencias y suspensiones por Covid-19, la desocupación se habría incrementado a niveles cercanos al 28,5% en 2020 y al 12,5% en 2021 .

Según el relevamiento, entre el tercer trimestre de 2021 y el mismo período del 2020, la pobreza se redujo del 44,7% al 43,8%, mientras el desempleo retrocedió del 14,2% al 9,1%. Por el efecto del confinamiento severo que generó la pandemia, entre 2019 y 2020 la tasa de desocupación se incrementó de 10,6% a 14,2%.

Tanto en 2020 como este año, impactó fuerte el "efecto desaliento", de desocupados que abandonaron la búsqueda de empleo al ver que disminuían las chances de conseguir trabajo.

La UCA estima que sin ese fenómeno la desocupación se habría incrementado a niveles cercanos al 28,5% en 2020, y al 12,5% en 2021.

En 2021 sólo el 42,1% de la población económicamente activa tenía un empleo pleno de derechos, mientras el 29,6% tenía uno precario, el 19,2% un subempleo inestable y el 9,1% estaba desocupado.

Esta situación, unida al efecto de la inflación, hizo que entre 2019 y 2021 el poder adquisitivo del total de los ocupados disminuyera 7,4%. En 2021, la media de los  ingresos mensuales del total de los ocupados fue de $50.534. Para trabajadores con empleo pleno el ingreso medio fue de $68.973 y para los que tienen un subempleo inestable fue de $18.637.

Agustín Salvia, responsable del trabajo, dijo que el empleo se recupera más en el sector informal, pero allí a su vez golpea fuerte la inflación. Dijo que observaron un "empobrecimiento de las clases medias con capacidades de ahorro".

El impacto sobre la niñez

El relevamiento estimó que en 2021 el 64,9% de los niños/as y adolescentes vivían en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza, y el 14,7% en viviendas con ingresos por debajo de la frontera de la indigencia.

En 2020, la pobreza había llegado al 44,7%, y no escaló más allá por el impacto de medidas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), con tres bonos de $10.000 para 9 millones de personas.

Salvia alertó que a la Argentina le tomará varios años volver a los niveles de pobreza del 2017, cuando el indicador estaba en 28%.

Fuente: La Nueva Mañana