Como cada 25 de septiembre, la ciudad de San Nicolás de los Arroyos se transforma en el punto de encuentro de cientos de miles de personas que se acercan a venerar a la Virgen María del Rosario de San Nicolás.

Este año fue más que especial porque se conmemoran 40 años de su primera aparición en esta zona un día como hoy, pero de 1983. Al lugar llegan contingentes de feligreses de diferentes partes del país, incluyendo a los de San Francisco que partieron el domingo.

El interior del templo construido en honor a la Virgen de San Nicolás.
El interior del templo construido en honor a la Virgen de San Nicolás.

Aparición

La primera aparición de la Virgen fue a una mujer llamada Gladys Motta de San Nicolás de los Arroyos, la ciudad ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires, un 25 de septiembre de 1983. 

Motta relató en diversas ocasiones que se encontraba rezando el rosario en su habitación cuando se le presentó la Virgen, estaba vestida de azul con el niño en brazos y un rosario en su mano. 

Un primer pedido fue que hiciera acuñar medallas con la imagen al frente, y la Santísima Trinidad en el dorso. También, luego vino la petición para que construyera una capilla lo que ocurrió en 1985.

Miles de personas llegaron para peregrinar en San Nicolás de los Arroyos.
Miles de personas llegaron para peregrinar en San Nicolás de los Arroyos.

Mensajera

Según Motta la Virgen le había señalado un gran templo que debía construirse, también le dirigió la palabra aludiendo a que ella era la patrona de esa zona, aunque todos la hubieran olvidado. 

Atónica, pero sin desconfiar la mujer fue de su párroco confesor y titular de la catedral de San Nicolás, él fue quien encontró la imagen de Nuestra Señora del Rosario. Esa reliquia estuvo guardada en la Catedral e nun depósito y coincidía  con la descripción que Gladys le había hecho de acuerdo a las apariciones. 

La noche del 24 de noviembre de 1983 hubo un nuevo hecho de gran importancia. Gladys guió a un grupo de personas hasta el lugar elegido por la Santísima Madre para la construcción del templo. 

En ese instante, un intenso rayo de luz descendió sobre el lugar, como hundiéndose en el suelo. Una niña de nueve años también fue testigo de este fenómeno. Tres meses después, el suceso se repitió.

La ciudad fue testigo de eventos extraordinarios, que fueron reconocidos por la Iglesia. Uno de ellos fue la danza del Sol, es decir, la posibilidad de ver al astro de frente sin encandilarse, figuras de rosarios iluminados en las puertas de las casas y un penetrante aroma a rosas en el campo que rodea al templo.

Motta durante muchos años siguió revelando con el acompañamiento sacerdotal mensajes marianos, pero luego de 2017 dejaron de darse a conocer públicamente. 

Gladys en su primera aparición pudo describir cómo era la Virgen que se le reveló mientras rezaba. (Foto: A24)
Gladys en su primera aparición pudo describir cómo era la Virgen que se le reveló mientras rezaba. (Foto: A24)

Gran celebración

El reconocimiento oficial de estos hechos por parte de la Iglesia llegó recién el 22 de mayo de 2016 a través de un decreto firmado por Monseñor Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás. 

Cada año, desde 1983, el 25 de septiembre se convierte en un día para que miles de fieles se acerquen al norte de Buenos Aires para pedir y agradecerle a la Virgen de San Nicolás.

La más masiva de las peregrinaciones fue en 2013, cuando se cumplieron exactamente 30 años de la primera aparición. En aquel entonces, alrededor de 500.000 personas llegaron a San Nicolás de los Arroyos.