Prueben decir el nombre de un ave de estas pampas y vayan al Instagram de Macarena Delsoglio que seguramente allí encuentren una foto. La joven oriunda de Brinkmann, pero residente actual de María Juana (Santa Fe) es una adepta a la observación de estos animales y tomó a la fotografía como una forma de testimoniar su mundo.

Su primera carrera fue el profesorado de Biología y trabaja como docente, luego llegó la observación de aves estudiando en la Escuela Argentina de Naturalistas (EAN). El interés por conocer más y dejar registro de ello la arrimó al mundo de la fotografía. Podría decirse que ella quedó encandilada por todas las aves que sobrevuelan el lugar donde está.

“Antes de finalizar con la carrera del profesorado, en 2019 comencé a cursar la EAN sede Morteros, donde conocí a personas que compartían los mismos gustos e intereses por la naturaleza. En nuestra primera salida a campo con la materia flora y fauna quedé enamorada del fascinante mundo de observación”, contó a El Periódico.

Todo empezó con observar, binoculares, un celular y una libreta.
Todo empezó con observar, binoculares, un celular y una libreta.

Primeros pasos

Macarena sintió la necesidad de reconectar con la naturaleza y con las aves en especial para enseñarle a sus estudiantes desde otro lugar y forma. Sus inicios fueron sin ningún tipo de experiencia y con los elementos que tenía a mano.

“Comencé fotografiando con el celular las flores, insectos y todo lo que, a mi parecer, era digno de que todos admiren. Después cuando empecé tenía que aprender sobre las aves para identificarlas, hacía dibujos en una libreta y con una guía de aves e internet las identificaba”, explicó.

Sus fotos se pueden ver en el Instagram @maquidelsoglio_fotos
Sus fotos se pueden ver en el Instagram @maquidelsoglio_fotos

Del celular a la cámara

Con posterioridad, cuando adquirió su propio equipo de fotografía, ese trabajo fue más sencillo sobre todo en cuanto a los detalles y facilidad de búsqueda.  La cámara se volvió su compañera de salidas de observación y fue adquiriendo práctica.

“La quise al inicio como una herramienta, después quise profesionalizarme y subir las fotos a un Instagram específico para que todos lo vean. Me llama la atención que se sorprenden en el pueblo por las aves que hay y eso es algo que me gusta, eso es importante porque entre los naturalistas tenemos una frase que quizás esté trillada, pero sabemos que ‘se cuida lo que se conoce’ y es así”, añadió.

De la fotografía de aves dijo que le gusta captar lo "cotidiano", para que se pueda transmitir a través de ellas la espontaneidad del momento. “Es una actividad fascinante, pero lo que más me gusta es observar, me pierdo en eso”.

“Me pone muy feliz poder captar y más personas puedan sumergirse por un instante en el maravilloso mundo de las aves de cada lugar, llegando a generar el asombro de muchos, ya que no se imaginan las aves que puedan tener a su alrededor, incluso en el jardín de sus hogares”, relató.

Sus alumnos se sorprenden de las diversas especies que hay a su alrededor.
Sus alumnos se sorprenden de las diversas especies que hay a su alrededor.

Transmitir pasión

Desde Brinkmann Macarena migró a María Juana en Santa Fe donde da clases, ya ha realizado salidas al campo con los chicos. Una de ellas fue para visitar a otra escuela rural donde aprovecharon para realizar una jornada de observación.

“De esa escuela me llamaron para un proyecto de registro de la mayor cantidad de aves en la zona y encontramos más de 50 especies, es un montón y ellos pensaban en unas pocas. En esos lugares donde hay tanta planta exótica es muy importante conocer cuánta variedad hay y que hay que cuidarlo”, afirmó.

Actualmente, la docente y fotógrafa sube los resultados de sus observaciones a una cuenta de Instagram de divulgación que se puede encontrar como @maquidelsoglio_fotos.