Leer no exige de una voz de locutor, hacerlo bien no es inmediato, entonar en el sentido perfecto tampoco es algo sencillo. La lectura y oralidad son situaciones a las que las personas nos enfrentamos en la vida diaria, lo hacemos todo el tiempo como un mecanismo aprendido, pero a veces olvidamos que muchas personas no pudieron hacerlo. 

En la Escuela Primaria de adultos José Bernardo Iturraspe todas estas sensaciones se mezclaron en un proyecto colectivo mediante el cual graban podcast. Ahí ellos son los protagonistas porque ponen la voz y también han escrito las historias. 

La propuesta surgió como una idea repentina cuando quedaron fascinados por las historias de Pablo Rosalía que estuvo en el Centro Cultural San Francisco a principios de año. Comenzaron a recordar esas leyendas y mitos que conocieron oralmente cuando eran pequeños en sus casas. 

La directora del establecimiento que funciona por las noches en la Escuela Hipólito Yrigoyen Claudia Pioli, contó a El Periódico más detalles de la idea. “Les dije ‘¿por qué no escribimos acerca de esas historias que se contaban en la familia'? Y empezaron a surgir esos relatos que fuimos grabando. También fue una forma de empezar a trabajar la oralidad y el relato, que vean lo que eran capaces de armar y lo hicieran de acuerdo a lo que recordaban”.

Escribieron historias con los aportes de todos, también se dividieron en grupos y en base a temáticas armaron sus propios relatos. Pero algo faltaba, ¿qué hacer para que eso no quede solo acá en el aula? Ahí apareció la inteligencia de la directora y la profesora Carina Fusero. “Nos pareció novedoso y una cosa linda para hacer esto de grabar podcast".

Pablo y Yanina también grabaron episodios.
Pablo y Yanina también grabaron episodios.
Escuela Nocturna J B Iturraspe

Manos a la obra

Como ya habían confeccionado los textos en grupo para dividir cómo leerían eligieron que cada uno se apropie tal como pudiera expresarlo de lo que aportó. El resultado fue asombroso para los estudiantes y para las familias con quienes compartieron la alegría de sus progresos. 

“Desde la inspección, nos felicitaron por la idea, por todo esto que parece una sonsera, pero implica mucho trabajo de muchos meses. No cualquiera se sienta a escribir y menos nuestros alumnos que les cuesta muchísimo leer”, agregó al respecto Pioli.

Algunos ya se habían escuchado a sí mismos mientras leían porque aprovechando las nuevas tecnologías las profesoras les insisten en que se graben para conocer cómo va cambiando la lectura a medida que adquieren confianza. 

Silvia y Luz también se unieron al proyecto, en total son 14 estudiantes.
Silvia y Luz también se unieron al proyecto, en total son 14 estudiantes.

“A mí no me interesa mostrarle a la gente algo perfecto, grabarlo yo para que quede lindo, me interesa que ellos se esfuercen y en el próximo que hagan, digan, ‘ah, este salió mejor leimos mejor'. A nosotros nos encantó la experiencia, y a ellos también así que con más razón le vamos a poner pilas a esto”, analizó. 

Del proyecto participaron 14 estudiantes y las profesoras que si bien usaban Spotify aprendieron cómo hacer para subir sus propios podcast. Al final para todos fue de alguna manera un aprendizaje para vencer el miedo a lo desconocido. 

Escucharse mientras cada uno lee es algo que resulta asombroso porque no importa el timbre de voz, si se sabe leer hace años o si recién comienzan. Lo importante para estas personas es que están aprendiendo y de eso se trata esto, de disfrutar el proceso.