La tarde del sábado en el Baby Fútbol fue muy especial para muchos. Cierre del Torneo Apertura, equipos celebrando, otros disfrutando del juego y las familias. Pero particularmente para Marcelo (58) e Ignacio “Nacho” Pérez (26) fue una tarde más especial.

Padre e hijo, árbitros pertenecientes al cuerpo de Árbitros Luis Argentero, dirigieron la fecha disputada entre todas las categorías de Tiro y Gimnasia y Los Andes. Con un buen marco de gente y de correcto comportamiento, los “Pérez” pudieron cumplir un sueño de impartir justicia juntos en el fútbol de los más chiquitos.

“El ir comenzando a dejar un legado. El arbitrar en estos tiempo no es tarea fácil. Por eso la preparación es clave. Convivimos en muchos casos por un error, de cual tenemos milésimas de segundo para tomar una determinación”, manifestó Marcelo.

Marcelo cuenta con una experiencia de más de 8 años de árbitro, en tanto que “Nacho” lleva más de tres años en la disciplina.
 

“Tenemos la misma vocación. Nos cuentan que la actividad es muy especial porque juegan niños y debemos estar a la altura de las circunstancias siempre atentos al bienestar de los mismos sin descuidar el juego. Simplemente el juego más lindo, el fútbol”, destacó Marcelo.

En esta línea, agregó que están capacitados para discernir diferentes situaciones. “Esto se logra con capacitaciones entrenamiento físico; psicológico y disciplina. Pertenecemos al Cuerpo de Árbitros CAFLA con más de 30 años de trayectoria”. 

No fue una tarde más, fue la tarde en la pasión y la vocación por el fútbol se juntaron. Y como si fuera poco el orgullo de que a pesar de día gris los niños jugaron al fútbol. Los dos destacaron el trabajo de la Liga de Baby Futbol y todos los clubes que participan.

Por último destacó que siempre se pueden equivocar, quizás en un saque lateral pero la capacidad, concentración y honestidad deportiva hasta por arriba de los colores o clubes.