En los últimos años las mujeres fueron tomando cada vez más protagonismo dentro del fútbol, sin embargo en plena lucha por el empoderamiento de la mujer aún quedan conquistas por lograr.

Dialogamos con algunas de las protagonistas principales que hoy son ejemplo de coraje, profesionalidad y capacidad. ¿Cuáles son las conquistas lograda? ¿Qué objetivos quedan por alcanzar? ¿Qué cambios se necesitan para haya igualdad de oportunidades? ¿Cómo se derriba la barrera de los prejuicios?

Igualdad es profesionalización

Sofía Navarro, sanfrancisqueña que hoy se desempeña en Colombia como gerente general de Fútbol Femenino de Atlético Nacional de Medellín, señaló que el progreso de la mujer en el fútbol va de la mano con la profesionalización del mismo, cuestión que hoy en Argentina sucede a medias.

“Hoy en día sabemos que a muchos clubes o instituciones les cuesta ver la importancia del rol femenino en ellos, sin embargo en estos últimos años ha crecido notablemente el interés de integrar a un equipo femenino”, indicó.

Esto debido a una de las últimas reglamentaciones impuestas desde FIFA y aplicadas por CONMEBOL exige a todos los clubes que participan de competencias internacionales tener un equipo de fútbol femenino de primera división y uno juvenil.

Lograr la igualdad significa tener las mismas posibilidades. “En Argentina, un fútbol 100% de machos, les puede costar más pero si comparamos con Brasil, que es muy similar, se puede. Hay muchas jugadoras profesionales. Entonces, ¿por qué ellas sí y nosotras no?”, reflexionó Sofía.

Navarro sostiene que jugadoras hay muchas y muy buenas, sin embargo existen pocas que quieran y se animen a llevar a cabo un proyecto. “Por eso yo me incliné por esta profesión, porque quiero intentar darles todo lo que yo no pude tener. Si hubiera existido alguien en su momento quizás yo hoy estaría jugando al fútbol”, consideró.                       

Y puntualizó: “Tengo fe que el fútbol femenino va a crecer mucho más de lo que pensamos”.    

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En Sportivo la inclusión empieza desde chicos

Marianela Miretti es coordinadora de Fútbol Femenino en Sportivo Belgrano. La joven remarcó que año tras año se va avanzando y que en estos últimos tiempos el cambio en cuanto a la inclusión se nota en los más chicos. “Se ha naturalizado mucho que hoy los más chicos jueguen con las chicas, la aceptación va de a poco pero en nuestra institución es muy buena porque son ellos los que piden jugar juntos”, señaló.

Sobre aquellas que todavía no se animan a vencer la barrera de los prejuicios, Marianela indicó: “Les diría que se animen tomar esa decisión, hay que derribar las barreras del miedo. Hace ya tiempo que está instalado el fútbol femenino en el club y con el correr de los años los clubes se van a sumar a esta actividad cada vez más”.

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En la UTN

Camila Carrillo es jugadora y ayudante técnica del equipo de fútbol femenino de la UTN local. Asegura que el crecimiento se dio porque la mujer se involucró mucho más. “Antes era cosa de hombres, te hacían a un lado tanto para jugar como para ser parte”, señaló.

Por otro lado coincide que en el fútbol masculino hay más oportunidades porque está profesionalizado y eso es una ventaja. “En fútbol femenino tenés que pagarte todo porque no hay inversión, desde la indumentaria hasta los viáticos”, reveló.

Además mencionó que en nuestra ciudad se necesita una liga y más difusión. “Yo estoy en UTN y no todos saben que hay fútbol femenino”, comentó.

La joven, oriunda de Ramona, en un futuro cercano pretende hacer el curso de técnico y seguir vinculada al mundo del fútbol.

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En el Baby

Natalia Marrone integra la subcomisión de fútbol de inferiores de Antártida Argentina y fue la primera presidenta de la Liga de Baby Fútbol. Explicó que su experiencia como presidenta del Baby fue maravillosa. “Tuve una mesa directiva que me acompañó muchísimo. También tuve que enfrentar mucho machismo, el fútbol es muy machista y hasta ese momento la Liga había tenido presidentes hombres, pero tuve un gran apoyo”.

Marrone fue dirigente de Barrio Cabrera durante seis años y se sumó a la liga con un interinato por seis meses, luego fue presidenta dos años en forma legítima.

“Nunca me imaginé ser presidenta, todo se fue dando paso a paso, la verdad que me gustó mucho”, resumió. La mujer indicó que fue muy diferente pasar de ser dirigente de un club a ser presidente de liga porque en los clubes se acostumbra que haya más mujeres y madres colaborando.