“En los años 2004, 2005 cuando la “legión argentina” andaba mejor, acá había mucho más chicos, porque era el deporte de moda, del momento. Acá y creo que en todas la escuelas de la ciudad pasaba. Ahora nosotros tenemos la suerte de trabajar en un club como el Sport que tiene 10 canchas de tenis, y que el número de chicos es grande, pero si el número ha bajado.”. El que habla es José “Cachi” Cejas, próximo a cumplir los 25 años como profesor de tenis y a cargo de la Escuela del deporte en el Sport Automóvil Club. Y más allá de que al equipo argentino de Copa Davis tenga éxito o no, Cejas no cree que la cosa cambie demasiado. La situación económica del pais, dice, es lo que determina esos cambios.

Alejandro Garrone, que cumple 30 años dedicándose a la formación de tenistas y esta a cargo de la escuela de tenis de San Isidro propone un panorama similar “Es el año que yo como profesor menos chicos he tenido. Yo creo que hay dos o tres factores: uno es el económico, estamos todos muy justos; otro es que hay una oferta de deportes que están atrayendo gente que antes no atraían y la falta de influencia de jugadores importantes en el país, no hay un jugador emblema que pueda reflejarse, entonces decae el deporte, pero son procesos”.

Quedarse a jugar

“No estoy haciendo alta competencia, porque considero que hay mucho sacrificio en el jugador, en su familia, mucho sacrificio económico. Y realmente tiene que haber un jugador totalemnte decidido a llegar a ese nivel” explica Garrone sobre el nivel y la posibilidad de encontrar proyección nacional en la cantera. Salas, por su parte afirma “ Yo alta competencia no hago en el club. Hago un nivel precompetitivo. Tengo chicos que compiten si, en zonales y regionales y algunos que juegan nacionales Grado 5, 4 y 3. Mucho más allá de eso no porque estoy abocado a la parte de formación de escuela y creo que ese fue el secreto nuestro para que se mantenga tanto el numero”.

El tenis si embargo, sigue teniendo una enorme aceptación y sostenimiento desde los social. Con picos en los fines de semana donde el polvo de ladrillo vuela todo el tiempo en las instituciones. Esos que tampoco entraron dentro de la alta competencia, pero siguen teniendo laS zapatillas lleno de naranja.