No la pasó muy bien el gobernador José Manuel de la Sota en su corta estadía en Salta, a donde viajó ayer para participar de los actos conmemorativos por el bicentenario de la histórica batalla en la que por primera vez, bajo las órdenes del General Belgrano, se enarboló la bandera nacional.

De la Sota había sido especialmente invitado por su par salteño, Juan Manuel Urtubey, pero tuvo que compartir un palco con mayoría de gobernadores kirchneristas y con el vicepresidente Amado Boudou.

Pero lo peor que tuvo que afrontar fue el abucheo, la silbatina, los cánticos y los insultos que le dedicaron militantes de agrupaciones kirchneristas que se habían instalado a unos 10 o 15 metros del palco de autoridades que se había montado en Campo de la Cruz, donde hasta la tarde de ayer hubo espectáculos artísticos.

 

El abucheo tuvo trascendencia nacional y De la Sota eligió responder, recién después de haber regresado a Córdoba, por la red social Twitter, a través de la cual le adjudicó el hecho a “barrabravas de La Cámpora”. 

En cambio, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, también con malas relaciones con el kirchnerismo, evitó pasar por lo mismo con su ausencia. La decisión del bonaerense, uno de los que –como De la Sota– se animó a hablar de su objetivo presidencial para 2015, dio que hablar en el entorno del gobernador salteño Juan Urtubey, quien hizo las veces de anfitrión. Allí atribuyeron la decisión de Scioli a dos posibilidades: mejor información que De la Sota sobre lo que le esperaba, o una estrategia política distinta. De un modo u otro, el abucheo que el martes –se anunciaba– iba a ser contra el vicepresidente Boudou, terminó teniendo otro blanco.

La Voz del Interior