"Se esperó un tiempo prudencial (70 minutos) y lamentablemente no se pudo solucionar el desperfecto lumínico. Es algo ajeno a nosotros", dijo Germán Lerche, el presidente de la delegación del equipo nacional a Télam.  

"Los jugadores de Brasil tienen que volver a su país y nosotros debemos devolverles los futbolistas a los clubes", agregó el titular de Colón de Santa Fe.  Y cerró: "Nunca pensamos en jugarlo mañana (por hoy). Aún no se definió si se jugará en otra fecha".  

Previamente, a las 22.31, el chileno Enrique Ossés, encargado de arbitrar el clásico, había señalado: "Esperamos un tiempo prudencial y no se solucionó el tema de la iluminación. Con esta luz no se puede jugar. Vamos a esperar a las 23 porque me dijeron que se iba a arreglar".  

Y en relación a ese tema, a las 23, Guillermo Tofoni, agente FIFA y titular de la empresa World Eleven (agente oficial de los partidos del seleccionado argentino), sostuvo en un principio: "se tiene que jugar hoy o mañana. Pero tendría que ser a la tarde para no arriesgarnos a ésto (por el corte de energía) de nuevo".  

Pero de inmediato se desligó del tema y se corrigió: "Esto es ajeno a la organización. Ya buscaremos una nueva fecha".  

"Llevamos 200 partidos internacionales como agencia y nunca pasó ésto. Alguna vez iba a suceder. Y lamentablemente fue en un provincia (Chaco) que apuesta fuerte al deporte. Es una pena por la gente", se lamentó.  

A esa altura de la noche, todos los jugadores, tanto argentinos como brasileños, ya pensaban en el regreso a sus respectivos clubes para jugar durante el fin de semana.  

"Los brasileños tenían que estar sí o sí en San Pablo a las 2.40. No se podía esperar más", apuntó a su turno Juan Carlos Crespi, vicepresidente de Boca Juniors e integrante de la delegación nacional.

La razón de la suspensión: problemas en las torres de iluminación  de la platea Sur. Funcionaban apenas 8 de los 60 focos de la zona.  

Eso selló la suerte del partido revancha del Superclásico de las Américas.