Lo que iba a ser una gran fiesta terminó en otro papelón del fútbol argentino: la segunda final de la Copa Libertadores entre River y Boca fue postergada esta tarde por segunda vez, ahora para las 19:15, luego de varios jugadores del club xeneize resultaran con heridas después de que hinchas de River atacaron a piedrazos el colectivo que los trasladaba al estadio Monumental. 

Si bien se analizaba suspenderlo, finalmente la Conmebol informó primero que se jugará a las 18. Sin embargo, el organismo informó minutos antes de esa hora que el juego se postergaba otra vez, ahora para las 19:15.

Heridas
Dos jugadores de Boca resultaron con heridas cortantes y otros cuatro afectados por gas pimienta que habría arrojado la Policía para contener el ataque.

El volante Pablo Pérez fue trasladado a un sanatorio para ser examinado por las heridas en sus ojos. La postura del club xeneize sería que el partido no se juege y analiza con no presentarse. 

Los médicos de la Conmebol certificaron a través de un comunicado que no pudieron confirmar las lesiones que aducían los jugadores.

"Nos tiraron gas pimienta, piedras, de todo… al micro", dijo el vicepresidente del club "Xeneize", Juan Carlos Crespi, antes de ingresar al vestuario visitante.

Otro de los dirigentes, César Martucci, dio su versión de los hechos: "Las fuerzas de seguridad se vieron desbordadas, había mucha gente. Eso los obligó a tirar gases lacrimógenos para proteger a la delegación de Boca y estos ingresaron al vehículo".