“Ahora vamos a descansar, tres o cuatro días y después vamos a ver qué es lo mejor para el club, no hay que demorarlos”, con estas palabras se despedía de la prensa el técnico de Sportivo Belgrano, Daniel Primo, que puso en dudas su futuro en el club.

Junto al presidente Rubén Boetto y al delantero Juan Manuel Aróstegui, Primo no quiso hablar del encuentro ante Crucero y sí referirse a un balance deportivo de la institución de barrio Alberione.

“Fuimos uno de los mejores de la categoría, creo que jugamos muy bien. Los caminos eran esos, jugamos con mucha intensidad y siento que debimos ganar el partido. Pero en el fútbol a veces no alcanza con eso. Nos hubiera gustado como grupo entrar en el corazón de la gente, personalmente no lo he podido lograr porque me siento responsable cuando se pierde una final”, sostuvo. 

Luego se refirió al trabajo realizado en el club: “Se vio el trabajo de todos estos dos años, de aquella final con Desamparados que el equipo terminó tirando pelotazos, hoy el equipo no se desesperó nunca. Quiero agradecerle a toda la gente que nos ha acompañado en este proceso y a la dirigencia del club. Hoy faltando cinco minutos veía la gratitud de la gente, que no es fácil lograrlo en un fútbol tan caníbal”, manifestó el DT. 

Cuando se le preguntó por su continuidad en la institución Primo dijo: “Este es un club del que soy hincha, lo quiero. A medida que uno se va desarrollando nunca sabe si le hace bien o no una continuidad de tres años. Habrá que analizar un montón de cosas. Las estructuras están por sobre las personas”.

“Tal vez Sportivo necesite otra cara, otro aire, una renovación. Ellos (la dirigencia) me eligieron cuando me había ido de Belgrano y también me han apoyado en el armado del equipo en estos dos años. Tuvo sus frutos, no llegamos a lo que buscamos, pero hemos construido un muy buen equipo de fútbol y sobre todo un grupo humano espectacular que reconforta”, finalizó.