En los primeros días de calor, comienza a asomar la hierba nueva entre zonas calvas y amarillas de nuestro jardín. Por eso, para que recupere su densidad y color es importante dedicarle algunos cuidados a las zonas dañadas.

Estos son algunos pasos por seguir.

  • Cortar el césped: aunque, por lo general, después del invierno el pasto es bastante bajo, se recomienda realizar un corte para estimular el crecimiento y nivelarlo. Si hay riesgo de heladas el corte debe ser algo más alto.
  • Abonar el jardín: el nitrógeno es muy bueno para lograr un color verde y saludable en el pasto. Al fertilizar estamos suministrando a la hierba los nutrientes necesarios para que permanezca sano. Esta práctica que deja a tu césped como una alfombra uniforme, debe realizarse a principios de primavera y otoño.
  • Colocar herbicidas: algunos productos de abono artificiales traen esta acción incorporada que impide que germinen las semillas de las malas hierbas, y reduce notablemente su presencia. Para quienes deseen utilizar herbicidas naturales deben tener en cuenta que éstos no son selectivos, por lo que deben aplicarse con cuidado y se deben colocar sólo sobre la planta o zona que queremos eliminar. Entre los remedios caseros contra las plantas indeseadas se encuentran: el agua hirviendo, la sal y el vinagre. Estos son también muy utilizados para evitar que aparezca herbaje entre las juntas de baldosas y zonas húmedas de paredes y pisos del patio.
  • Resembrar y restaurar las zonas calvas: en las zonas que haya quedado muy poco césped o que hubiese demasiadas malas hierbas, se debe eliminar el pasto y  cavar bien. Una vez que tenemos la tierra lista y removida, tenemos que abonar y nivelar la tierra. Luego, se procederá a sembrar semillas esparciéndolas entre la tierra. Se recomiendan especialmente las de césped en tepes que se adaptan mejor a distintos climas.
  • Regar el pasto: finalmente debemos regar con gota fina, evitando formar charcos o que el agua corra por el césped. De esta manera en una o dos semanas empezará a brotar un pastizal verde y tupido.
  • Lo ideal para mantener un pasto sano todo el año es tomar ciertas precauciones en invierno. En los meses de frío lo ideal es cortar lo menos posible y realizar cortes altos para proteger las raíces y evitar la aparición de malas hierbas y hongos. 

    Además, se debe bajar la cantidad de riego, con una vez a la semana es suficiente y se aconseja hacerlo en las horas centrales del día, para que el sol elimine los excesos de agua. Poniendo en práctica estas recomendaciones, al final del invierno no nos encontraremos con un trabajo descomunal por hacer en nuestro jardín.                                                                                                                                                                                         beck-1405999_340
    Fuente: Grupo Edisur