Lejos quedaron los tiempos en que las panaderías vendían solo pan, facturas y criollitos. Si bien siguen siendo algunos de los productos más consumidos, lo cierto es que los elegidos del consumidor fueron variando con el correr de los años y hoy el cliente exige nuevos sabores y la combinación de ingredientes.

María del Valle Pons está al frente de panadería La Ideal desde hace más de 50 años y reconoce que la gama de productos se fue ampliando considerablemente. “En una época la fabricación era pan, facturas y bizcochitos. Eso era lo que se había iniciado en aquella época en que nosotros compramos la panadería. Pero a eso le fuimos anexando miles de cosas”, aseguró.

Las panaderías se abren e incluyen más semillas y cereales en sus productos

Así fue que hoy la variedad es amplísima. Solo en productos secos, Pons enumeró grisines comunes, con semillas y multicereales, y pan integral, lactal de salvado y con semillas. También fabrican brusquetas con orégano y aceite de oliva, y tostadas de queso.

Además elaboran masitas secas, coquitos, vainillas, masitas de limón, pepas con membrillo y un especial: masitas de avena, azúcar negra, banana y coco. “Esta es una masita que la vendemos mucho, se ha impuesto un montón porque no tiene harina”, reveló.

Entre otros de los productos menos cotidianos, mencionó a las masitas integrales, hechas también con harina integral, dulce de leche y dulce de membrillo, y el budín vegano, que se hace con manzana, aceite y harina integral. En esta línea, también ofrecen budines de limón y de pera, pastafrola, torta de coco, torta matera. Además, tostadas de pan común y de gluten, y chipás de harina de mandioca y queso.  “Después hacemos, y se han impuesto mucho, las medialunas de salvado”, comentó.

Semillas, salvado y multicereal, nuevas tendencias

Pons comentó que se impusieron mucho en los últimos años los productos con semillas, salvado y multicereal. “Es lo que más la gente está llevando, la juventud un montón lleva todo ese tipo de masitas, aunque masitas de otras clases también se hacen”, sostuvo.

“Te dicen que es más sano, o que lo comenzaron a comer y les hace bien, o que no comen tantas harinas. La gente responde en ese sentido, más la gente joven, no tanto la gente grande”, sumó.

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A continuación, añadió: “Las harinas han mermado mucho, la gente se está inclinando a otras cosas porque no quiere comer harinas, entonces viene y te pregunta si tenés integral, si tenés salvado, si tenés semillitas, es decir, reemplazan al pan blanco por alguno de esos productos”.

Las premezclas, aliadas

En el mundo actual de las panaderías, también hay lugar para las premezclas. Guillermo Galliano, que está al frente de la panadería La Nueva Roma junto a Oriana Álvarez, comentó que siempre se encuentran haciendo nuevos productos.

“Tanto la panadería como la pastelería fueron avanzando, innovando, siempre hay algo nuevo para aprender, algo nuevo para darle a la gente”, reflejó.

Y en eso, las premezclas se han vuelto unas aliadas especiales. “Si bien nosotros hacemos cosas nuevas, vamos viendo el comportamiento de la gente”, dijo.

Seguidamente, se explayó: “Compro premezclas de budín y bizcochuelo. Son muy buenas porque aportan sabor y humedad, cosas que antes no venían”.

Consumo y situación económica

El cambio en el consumo no solo tiene que ver con salud. También cambió el comportamiento del consumidor a partir de la situación económica, que provoca pérdida en el poder adquisitivo tras los aumentos de precios.

Así, según indicó Galliano, las personas ya no llevan las mismas cosas: “La gente hoy en día está cambiando el consumo también por el dinero. Antes les alcanzaba para comprar el kilo de pan y llevarse la factura y los bizcochos todos los días”.

“Hoy en día, a raíz de la crisis que estamos pasando, la gente ha cambiado el consumo. Se nota más también cuando llega el fin de mes, la gente llega con lo justo”, explicó.

De todas maneras, resaltó: “Estamos en un barrio donde se consume bien”.