La Patria también se festeja a través de sus sabores. Locro, carbonada, humita en chala y un dulce creado para festejar la Revolución de Mayo, que tiene su fiesta este miércoles en la ciudad bonaerense de Dolores: la Torta Argentina.

El manjar tiene un parentesco lejano con el mil hojas pero no lleva masa de hojaldre. Consiste en una superposición de capas de masa quebrada unidas por cantidades descomunales del mejor dulce de leche.

Fue creado a principios del siglo XIX por dos mulatas uruguayas que trabajaban para una familia dolorense y decidieron celebrar el 25 de Mayo con un postre de 25 capas. Por entonces, la preparación llevaba dulce de frutas y se fue difundiendo entre las familias de Dolores cuando comenzaron a cocinarla en la panadería de los hermanos Espil.

Con la aparición del dulce de leche, la receta se transformó y pasó a ser el elemento de unión entre las tapas. Entonces fue un dulce imán para turistas y viajantes, deseosos de probar esa delicia. Además, cada familia fue transmitiendo la receta de generación en generación.

“Tengo una tía de 80 años que recuerda cuando hacía la torta para su novio, que venía a visitarla desde Buenos Aires, donde no se conocía existía ese manjar”, cuenta Sara Raquel Angelinetti, la secretaria de Turismo municipal, quien recuerda también que en los setenta, una cocinera que daba clases en Dolores volvió a popularizar la receta y las nuevas generaciones la aprendieron.

Angelinetti impulsó que en 2018 la torta fuese declarada "Patrimonio Cultural Inmaterial" de la Argentina y que tenga su registro en el INTI. Pero tres años antes, en 2015, también creó la Fiesta de la Torta Argentina que atrae turistas de todas partes para degustar ese manjar típico dolorense.

Desde entonces, cocineros de prestigio como Osvaldo Gross e Isabel Vernal se hicieron eco de la receta y, especialmente el pastelero y jurado de Masterchef Celebrity, Damián Betular, dolorense nativo, quien incluyó la receta en uno de sus libros de recetas. 

Desde 2015, la fiesta contó con cinco ediciones presenciales hasta 2019 en las que se llegaron a venderse 2000 kilos de torta elaborados por unos 40 emprendedores. Para sostener la tradición, la Municipalidad organiza talleres de capacitación para ellos durante todo el año.

“Cada pastelero le pone su impronta, pero tratamos de que se mantenga la tradición. Vamos a contar con unas 30 emprendedoras que van a ofrecer su producto, incluso en las versiones sin gluten sin TACC, para celíacos”, adelantó Angelinetti, quien adelantó que además del postre que irá acompañado por el chocolate caliente de rigor, danzas, números musicales y un cierre a cargo de La Beriso.

Entre quienes ofrecerán sus creaciones en la Plaza Castelli estarán Cara Morello y su esposo Cristian Farias del establecimiento Don Abel que no solo hace la torta sino que la convirtieron también en alfajores que llegan por envío a todo el país y se venden en los locales del centro de la ciudad y el parque termal, y en eventos gastronómicos como la muestra “Caminos y Sabores”.

“Respetamos la receta tradicional, con la masa quebrada cocinada en moldes casi chatos apenas unos minutos para que no se queme. Los alfajores siguen la misma receta pero no tienen tantas capas porque se adaptan al tamaño”, cuenta Farias. “Es una receta que se transmitió de generación en generación, después la decoración es más libre y depende de la creatividad de los pasteleros: fondant, merengue italiano o baño de chocolate”, agrega Morello, cuya familia se dedica a mantener vivo el sabor de la patria, tal como se festeja en Dolores.