La Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría, y giró al Senado, un proyecto consensuado para modificar la Ley 26.485 sobre Protección Integral a las Mujeres, con el fin de incorporar la figura de la “violencia digital”. 

Este proyecto es conocido como “Ley Olimpia” ya que toma el nombre de una ley mexicana impulsada por la activista Olimpia Coral Melo. La propuesta aborda los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales y sanciona la difusión sin consentimiento de cualquier contenido íntimo

La iniciativa se aprobó con 191 votos que fueron aportados por el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, Provincias Unidas, la izquierda, y dos en contra de Libertad Avanza y una abstención del diputado Carlos Zapata (JXC). 

La iniciativa

El proyecto de violencia digital plantea que se entiende por violencia contra las mujeres "toda conducta, acción u omisión, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, en el plano analógico o virtual, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal". 

La iniciativa establece la implementación de un servicio multisoporte, telefónico y digital gratuito y accesible, en forma articulada con las provincias destinado a dar contención, información y asesoramiento en materia de prevención y asistencia a quienes padecen violencia. 

Asimismo, plantea la obligación de promover programas de alfabetización digital, buenas prácticas en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación y de identificación de las violencias digitales en las clases de educación sexual integral como en el resto de los contenidos educativo y en la formación docente. 

Cómo combatir la violencia digital

  • No divulgar imágenes ni datos de las personas sin su consentimiento.
  • Evitar exponer a los demás en las redes sociales. 
  • No retratar a las personas sin su aprobación. 
  • No consumir cuerpos de mujeres desnudas en grupos donde se acostumbra a compartir material ínitmo, dado que la mayoría son fotos o videos sin consentimiento. 
  • Dejar de pensar en el derecho al anonimato como un derecho digital inocuo para agredir a otras personas. 
  • A la hora de hacer sexting, saber que hay plataformas o apps que permiten ocultar el rostro o partes del cuerpo o que avisan si alguien hizo una captura de pantalla. 

Fuente: Télam