La puesta en marcha de un nuevo régimen de horarios desató ayer a la tarde y noche una protesta en el Complejo Esperanza, situación que impidió durante varias horas el ingreso y egreso del personal, tanto los vinculados a la seguridad como los profesionales que atienden a los jóvenes presos.

Un grupo de 15 manifestantes –en su mayoría empleados de este centro de alojamiento para jóvenes en conflicto con la ley penal, ubicado en la comuna de Bouwer– se apostó en la entrada y generó tensión.

El Ministerio de Justicia solicitó la concurrencia de efectivos de la Policía, quienes anoche consiguieron encauzar el conflicto para que el personal que tenía que tomar su turno lo pudiera hacer. No obstante, los manifestantes quemaron gomas y sostuvieron la medida un tiempo más.

La protesta de los guardias, a pesar del riesgo que implicó, no derivó en un amotinamiento por parte de los jóvenes detenidos.

El reclamo se originó porque ayer se ponía en marcha en dos de los cinco módulos del complejo un nuevo esquema de horarios: 12 horas de trabajo por 36 de descanso. Antes, la jornada laboral era de 24 horas de labor por 72 horas libres.

José Piñero, secretario de Organización y Gestión Penitenciaria del Ministerio de Justicia de la Provincia de Córdoba, concurrió ayer para supervisar los cambios. El funcionario señaló que estos obedecen a estándares internacionales de trabajo.

Fuente: Lavoz.com.ar