Facundo Beltrán salió a pescar a las costas de Río Negro como cada fin de semana. Esta vez lo acompañaba su amigo Darío, quien es guarda ambiental.

Ambos se ubicaron en una playa a 110 kilómetros de su ciudad natal, Viedma. Luego de varias horas de esperas y aburrimiento, decidieron salir a caminar. En la zona hay unas 30 loberías y muchos ejemplares de esta especie aprovechan para nadar cerca de la costa.

De repente, vieron que uno de los ejemplares arrastraba algo de colores que les llamó mucho la atención.

"Decidimos, evaluando las consecuencias de esto, acercarnos un poco más. Cuando estuvimos cerca, vimos que tenía una red de plástico de las que utilizan los pesqueros en altamar. Cuando se les enreda la red, los pesqueros la cortan y la tiran al agua. Los lobos son animales muy curiosos y se ponen a jugar con lo que encuentran", explicó a Cadena 3 Facundo Beltrán.

Según el joven, la red estaba un centímetro y medio adentro del cuerpo del animal por lo que no podía desenredarse solo.

"Intentó morderme en tres oportunidades hasta que logré cortarle la soga que tenía en la nariz. En ese momento, queremos creer que porque entendió lo que pasaba, se quedó quieto y me dejó cortar toda la soga", relató.

Luego, el lobito volvió al mar: "Queremos creer que entendió y, como gesto de agradecimiento se dio vuelta y se quedó mirándonos unos segundos hasta que volvió a sumergirse".

Fuente: Cadena 3