Con la llegada del otoño, las calles, avenidas y rutas estén cubiertas de las hojas secas que caen de los árboles. Si bien esta situación arroja hermosos paisajes por los contrastes de colores, las hojas secas sobre el asfalto pueden ser un peligro, ya que provocan que los automóviles pierdan tracción y patinen.

En ciertas situaciones (cuando están mojados y en capas múltiples), las hojas caídas de los árboles pueden suponer un importante peligro para los conductores. De hecho, el efecto que produce rodar sobre las hojas es similar al de conducir sobre la nieve.

Pero, ¿puede una humilde hoja ser tan resbaladiza como la nieve? Un grupo de ingenieros de Ford ha encontrado la respuesta después de realizar un experimento único para averiguarlo.

Pruebas

Obtener datos sobre la nieve fue la parte fácil. Se obtuvieron a partir de pruebas de vehículos realizadas en localizaciones escandinavas nevadas. Pero no había investigaciones que mostraran lo resbaladizas que son las hojas caídas de los árboles.

Para solucionarlo, el equipo recogió bolsas de hojas y las utilizó para cubrir la pista de pruebas en las instalaciones de pruebas de la compañía en Bélgica. Luego utilizaron un dispositivo de prueba de fricción que identifica cómo de resbaladizas son las superficies al pasar por encima de ellas. Después de las pruebas, descubrieron que, en ciertas situaciones, las hojas eran tan resbaladizas como la nieve.

Cómo es una superficie de resbaladiza se mide en unidades llamadas µ. Cuanto más resbaladiza sea la superficie, menor será el número. En las pruebas, y en su momento más resbaladizo, las hojas midieron un nivel de µ entre 0.3 y 0.4. Típicamente, los mismos niveles de µ observados en las superficies nevadas.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante que cuando se maneje sobre un camino cubierto de hojas secas seguir una serie de consejos.

Tips

Bajar velocidad: lo mejor es conducir despacio en todo momento.

Suavidad al volante: nada de movimientos bruscos, volantazos, cambios de marchas, aceleraciones o frenazos repentinos.

Frenar con motor: debido a que las distancias de frenado son mayores, el freno con motor es el mejor aliado.

Mantener la distancia: cuando se conduce sobre hojas, el agarre disminuye a una décima parte respecto a las condiciones normales.

Cuidado al frenar: dependiendo de los neumáticos, puede que la distancia de frenado se alargue hasta dos veces más.

Fuente: autocosmos.com.ar