Carolina Verón se convirtió en una heroína con guardapolvo blanco en Laguna Larga. Aún no sale de la conmoción: cada vez que imagina el momento que vivió con su alumno en medio del aula, no puede entender que evitó lo que podría haber sido una tragedia. Gracias a sus conocimientos sobre primeros auxilios, le salvó la vida.

Santiago tiene nueve años. Estaba en su banco cuando tomó agua de su cantimplora. Pero la tapita estaba floja y se la tragó. Ante la desesperación de no poder respirar, se subió a la mesa y comenzó a golpear como forma de pedir auxilio. La docente, que en ese momento estaba haciendo una suplencia, no entendía lo que estaba sucediendo.

Se acercó y le preguntó qué le pasaba. “Él me miraba y veía que sus ojos estaban muy abiertos y le salía secreción de la boca”, relató Carolina a Telenoche. Ningún otro alumno había visto que su compañero se había ahogado con el pico de la botella.

Inmediatamente y sin dudarlo, lo puso de espaldas y lo maniobró para que expulsara lo que tenía atravesado y no le permitía hablar ni respirar. “Le puse el puño en la boca del estómago y con la otra presionaba hacia arriba para provocarle que eso subiera y expulsara la tapita”, contó con precisión la maestra.

Además, agregó que Santiago se estaba desvaneciendo. No tenía control de su cuerpo, que se caía sobre los brazos de Carolina. Eso implicó un doble esfuerzo, ya que no respondía a los estímulos y le dificultaba realizar la maniobra de Heimlich (compresión abdominal).

Afortunadamente el mal momento pasó y ahora quedó como una anécdota, aunque jamás olvidarán el drama que vivieron en la escuela. La mamá de Santiago se mostró totalmente agradecida con Carolina Verón: "Para nosotros es la heroína de guardapolvo blanco, porque hoy estoy disfrutando un desayuno con mi hijo Santi. Sin ella; sin su valentía y su reacción a tiempo hoy sería otra mi historia”, escribió en las redes sociales. (Fuente y foto: Canal 12 de Córdoba)