La economía argentina cayó 2,6 por ciento durante el año 2018, tras experimentar en diciembre la novena caída consecutiva del 7 por ciento, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al difundir los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae). A excepción de la actividad agropecuaria, y en menor medida enseñanzas y servicios sociales y de salud, el resto de los sectores productivos cayeron durante el último mes del año pasado respecto a idéntico período del anterior.

El Emae, un indicador que refleja la evolución mensual de la actividad económica del conjunto de los sectores productivos a nivel nacional y permite anticipar las tasas de variación del producto interno bruto (PIB) trimestral, puso en números las previsiones que ya tenía, no solo las consultoras privadas sino además el propio gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El informe detalló que en la medición desestacionalizada de diciembre respecto del mes anterior, la actividad económica subió 0,7 por ciento, "lo que permite avizorar al gobierno nacional que la recesión ya tocó su piso e inició un período de recuperación", indicaron fuentes oficiales.

Además explicaron que de acuerdo al informe del Indec, "la actividad cayó en diciembre 7 por ciento interanual debido a que la comparación se realizó con los niveles de actividad previos a la recesión, que se encontraban en máximos históricos".

Sectores críticos

Los sectores que mostraron la peor performance en la medición interanual de diciembre fue el del comercio mayorista, minorista y reparaciones, que cayó 15,7 por ciento, seguido por la industria manufactuera, con una baja del 14,2 por ciento y por la construcción, que se contrajo 12,7 por ciento. El dato no es menor ya que se trata de tres sectores con fuerte incidencia en el nivel general, fundamentalmente los dos primeros.

Pero además de estas fuertes bajas, también retrocedieron impuestos netos de subsidios un 8,2 por ciento y electricidad, gas y agua, con una caída del 6,8 por ciento.

El resto de los sectores que también cayeron en forma interanual durante diciembre de 2018 fueron pesca (-4,8 por ciento), transporte y comunicaciones (-4,1 por ciento); hoteles y restaurantes (-3,5 por ciento), intermediación financiera (-3,4 por ciento), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-2,1 por ciento), explotación de minas y canteras (-1,8), y otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-1,9 por ciento).

En contraposición, el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura fue el de mayor incidencia positiva, al crecer 4,7 por ciento en diciembre de 2018 respecto a igual mes del año anterior, seguido por la enseñanza con una suba del 1 por ciento y servicios sociales y de salud, que evolucionó apenas 0,4 por ciento.

Aunque desde el gobierno aseguran que estos números pueden dar cuenta de un piso de la recesión, en rigor lo que sí corroboran es la magnitud de la crisis. Después de la devaluación y la recesión, en el último cuatrimestre del año, el gobierno había reformulado su previsión de la economía ubicándola en -2,5 por ciento. 

Según los datos de REM, el análisis que hacen consultores del Banco Central, se esperaba una caída de 2,4 por ciento y el FMI fue quien atinó con el número al pronosticar una merma de 2,6 por ciento, que finalmente se produjo.

Fuente: Indec / La Capital.