En apenas 12 meses, la cantidad de asalariados sin descuento jubilatorio –así registra el Indec el empleo informal– pasó en el Gran Córdoba del 37 al 42,8 por ciento: el salto fue de 5,8 puntos porcentuales. En el Gran Río Cuarto, el resultado fue peor: llegó al 45 por ciento.

Las cifras demuestran que la crisis económica no sólo está afectando a la pobreza estructural, sino también a aquellos que antes tenían un empleo en blanco y hoy ven cómo se va deshilachando debajo de sus pies la red de contención social.

Según datos del Ministerio de Salud provincial, el porcentaje de cordobeses sin obra social pasó del 42 al 47 por ciento en un año. Los datos, que se desprenden del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (Sisa), indican que en enero del 2018 había 1.440.069 personas sin cobertura. Pero en diciembre de ese mismo año, la cifra trepó a 1.607.331. Esto es: 167.262 cordobeses más.

Con este aluvión de trabajadores informales, los hospitales y centros de atención periférica registran un aumento inusual de la demanda. El incremento está potenciado tanto por aquellos que se quedaron sin cobertura, como por los que sí la tienen, pero con restricciones.

“La inflación, devaluación y pérdida del valor del salario debilitan al subsector de la seguridad social –explicó el ministro de Salud provincial, Francisco Fortuna–. Eso hace que los que tienen obras sociales también asistan a hospitales públicos”.

En 2018, las cirugías aumentaron un 22 por ciento, aunque esto también se debió a una mejora en la capacidad de respuesta, explicaron desde el área.

Y en los 98 centros de atención primaria de la ciudad de Córdoba, la demanda creció un 9,7 por ciento en el último cuatrimestre del 2018, en comparación con el mismo período del año anterior. El total de consultas médicas pasó de 248.620 a 272.683 durante ese lapso de tiempo.

“Registramos un incremento en meses que no son los de mayor demanda, como sí puede ser el invierno –indicó Gabriel Acevedo, secretario de Salud municipal–. En parte, este fenómeno se explica por la gente que perdió su empleo formal o por los que sufrieron restricciones en su obra social”.

Fuente: La Voz del Interior